martes, 12 de julio de 2016

La Fuente de la Filosofía de la Liberación como Filosofía Latinoamericana - Artículo Filosófico

TÍTULO: La posibilidad de la generación de un movimiento crítico en la periferia que se aleje de todas las premisas del marxismo sea clásico, progresista o renovado es la fuente de una Filosofía de la Liberación auténticamente latinoamericana.


Resumen


La filosofía latinoamericana se ha caracterizado por su postura crítica frente a todo poder hegemónico,  así esta crítica hunde sus raíces deconstructivas hasta las profundidades históricas de la conquista y colonización como primera fuente de los problemas latino americanos. Por ello la filosofía de la liberación como pensamiento crítico latino americano se propone como una interpretación comprensiva y crítica de la historia y de la actualidad social. En este proceso la inmanencia de la filosofía de la liberación es irreductible, aunque no se priva de la pregunta por la trascendencia del ser latino americano. Uno de los elementos preponderantes que proponemos para una filosofía de la liberación y la filosofía latinoamericana en general es la noción del ciudadano como centro y fundamento de toda construcción política democrática. Así no se puede pensar sólo en la condición del proletario, sino en la condición del ciudadano latino americano como universalidad que configura el pensamiento crítico latino americano. Desde su centralidad nueva, la filosofía latino americana y en especial la filosofía de la liberación latino americana adquieren dimensiones contextualizadas de las condiciones del sujeto-ciudadano, así se genera una ética ciudadana propia, una crítica a las instituciones sociales que perpetúan el eurocentrismo.

Palabras claves: Filosofía de la liberación, contextualización regional, marxismo, filosofía latinoamericana, ética ciudadana.


Abstract


Latin American philosophy has been characterized by its critical stance against any hegemonic power, so this review has its deconstructive historical roots to the depths of the conquest and colonization as the primary source of Latin American problems. Thus philosophy of liberation as Latin American critical thinking is proposed as a comprehensive interpretation and criticism of social history. In this process the immanence of philosophy of liberation is irreducible, although not deprived of the question of the importance of being Latin American. One of the preponderant elements we propose for a philosophy of liberation and Latin American philosophy in general is the notion of the citizen as the center and foundation of all democratic political construction. So you can not think only about the condition of the proletariat, but on the condition of the Latin American citizen as universality that sets the Latin American critical thinking. From its new centrality, Latin American philosophy, especially the philosophy of Latin American liberation acquire contextualized dimensions of the conditions of the subject-citizen and citizen own ethics, a critique of social institutions that perpetuate Eurocentrism is generated.

Keywords: Philosophy of Liberation, regional contextualization, Marxism, Latin American philosophy, ethic of citizenship.

AUTOR: ALEXIS ROJAS DONADO
Mayo de 2016


INTRODUCCIÓN


En este ensayo se pretenden abordar de manera crítica a la concepción de política Duselliana desde los riesgos que se presentan a esta como el poder devenir en un populismo, si esta se involucra demasiado en las repercusiones prácticas de las teorías neo-marxistas desde la posiciones dicotómicas de la realidad social como es la lucha de clases, la lucha por los pobres frente a los ricos, entre otras. En primer se hace referencia la forma en como el discurso de la lucha de clases puede llegar a desembocar en una concepción dual de la sociedad en la que los pobres no llegan a tener los mismos derechos de los ricos, y la pobreza es sobrevalorada como fundamento legitimador decir que los actuales discursos populistas que se sustentan en la pobreza como fuente de su permanencia, siendo pocos esfuerzos para superarla, siendo este un mal social que atenta contra los derechos humanos. Por el otro lado se hace una crítica dirigida a la mentalidad generada en las teorías políticas de izquierda en donde se concibe al pobre como un ente pasivo en espera de ser sacado de su letargo. Por ello se retoma el discurso Duselliano desde la concepción del ciudadano como fuente de toda emancipación política y transformación social, donde todos como iguales en derecho y dignidad ante las clausulas pétreas de la constitución, mediante la formación ciudadana se pueden superar las barreras del individualismo y el aislamiento, el egoísmo económico que ha acrecentado la brecha entre los ricos y pobres, mediante el empobrecimiento de muchos para el enriquecimiento de pocos. En este ensayo no plantea tampoco la clásica pretensión de empobrecer a los ricos y enriquecer a los pobres, ni justificando a los ricos (mucho menos) terminando la lucha en el establecimiento de una nueva forma de capitalismo, sino desde la equidad política y la protección de los derechos del ciudadano.


Este escrito sin embargo no pretende una crítica a toda la obra de Dussel, ya que ello nos daría para la realización de un compendio paralelo a lo escrito por el autor, sino que busca enfocarse a una crítica de la concepción dusseliana de los orígenes de la problemática social-cultural de Latinoamérica, del pensamiento latino americano como filosofía de la liberación con construcciones teóricas neomarxistas, con el objetivo de poder elaborar una ampliación de dicha concepción hacia la demostración de una filosofía latino americana libre de todo eurocentrismo capitalista o comunista, neoliberal o neomarxistas; a cambio se propone un pensamiento filosófico crítico latino americano contextualizado en el presente con base en una teoría política y ética desde el ciudadano y sujeto como tal. La categorización de la filosofía de la liberación debe estar organizada ciertamente dentro del contexto de los pensamientos filosóficos latino americanos e ir más allá hacia la constitución de una filosofía propiamente latino americana. Es decir que la filosofía de la liberación además de ser pensamiento latino americano, al ser llamada filosofía latino americana se reconoce su fundamento en la construcción conceptual de sentido en las esferas del pensamiento latino americano. Es decir que nace de la condición propia de latino América. Por ello la filosofía de la liberación debe ser pensada y ejercida como disciplina desde las condiciones propias.

En este artículo se pretende dar a la filosofía de la liberación un lugar propio en el contexto latino americano, de sus propias condiciones y de sus propios pensamientos e interpretación de su propia realidad.  Dussel en sus obras establece una crítica al eurocentrismo y todas sus manifestaciones en el pensamiento latino americano, muy marcado en la actualidad de manera constante en los centros de estudios, en los modelos políticos y económicos, en la valoración de la cultura como un producto de buena o mala calidad. De esta manera desde la postura dusseliana se hace una crítica profunda a todo contenido teoría eurocentrista asumido en latino América como palabra de verdad, y los cuales se tratan de aplicar en un contexto cuyas estructuras no son compatibles, a lo cual se le puede conocer también con los conceptos de hegemonización, globalización, civilización, entre otros. Por otro lado se establece una relación casi a priori entre la filosofía de la liberación y el marxismo. Esta relación sin duda es evidente. Lo que no es evidente y parece descartarse de manera a priori también, es que el marxismo en todas sus formas desde el socialismo hasta el marxismo renovado, también es una forma de pensamiento traída desde Europa oriental actualmente, pero que su seno y nacimiento se da entre Alemania y Rusia como pensamiento y que es entre Rusia totalitariamente que se impone como ideología nacional, en Alemania no pasó a ser posteriormente un movimiento político fuerte pero perseguido, al igual que otros movimientos políticos importante, por el fascismo del nacismo.


Por ello aquí se hace un análisis de la influencia del eurocentrismos en todas sus formas y que dicha influencia no deja de ser una incidencia del pensamiento eurocentrista, si bien no comulga con el ideario del capitalismo y el neoliberalismo con una estructura política controlada por la hegemonía del capital económico, por el otro lado encontramos una política controlada por la hegemonía de una sola ideología, de una sola inclinación política, supresión de partidos políticos, criminalización del derecho a disentir, exilio de quienes piensan distinto del Estado, priones y persecuciones políticas; en sólo concepto, un totalitarismo de Estado desde una ideología política única, con el advenimiento de la supresión de la diversidad política y cultural. Por eso en este artículo se propone una filosofía de la liberación como filosofía latino americana propiamente, emergida desde la contextualización regional y de la condición propia de sujeto-ciudadano latino americana, que en primer lugar sea crítica abierta frente a todo movimiento político totalitario y hegemónico, que defienda al otro desde su condición como pobre, como excluido político, como ciudadano alienado en el sistema de la maquinaria electoral, en la reactivación de la ciudadanía como fundamento del poder, que critica no sólo la esfera de las políticas económicas, sino también la esfera de las políticas democráticas restrictivas.







La posibilidad de la generación de un movimiento crítico en la periferia que se aleje de todas las premisas del marxismo sea clásico, progresista o renovado es la fuente de una Filosofía de la Liberación auténticamente latinoamericana.


1. La filosofía de la liberación y los fenómenos revolucionarios en América latina.


Ciertamente la filosofía de la liberación clásica en América latina tiene sus raíces en la reinterpretación del marxismos desde las propias entrañas filosóficas y políticas del continente suramericano, sin embargo la posibilidad de que este discurso postmoderno de crítica profunda al sistema capitalista puede devenir en el la reducción de populismos y concepciones dicotómicas de una realidad que es demasiado diversa, en la cual no sólo se puede tener una referencia a los derechos económicos de los pobres frente a los ricos ni la concepción de un estado que castigue a unos y apremie a otros, sino en la apertura a la luchas sociales que buscan restablecer y fundamentar la política sobre los derechos del ciudadano. Los discursos clásicos del populismo que han devenido en la detentación del poder como por ejemplo en los países de Cuba y Venezuela han terminado en el establecimiento de totalitarismo que se contraponen efectivamente ante cualquier emancipación del ciudadano como individuo social. Así resulta entonces gracias a los ejemplos de la realidad que la política se convierte en una balanza hecha no para mantener el equilibrio del poder público sino que la misma se inclina en favor de unos y en contra de otras, haciendo de la política un aparato de dominio despótico de unos sobre otro. Es necesario destacar que los movimientos políticos surgidos de la lucha de clases, de las revoluciones que han sido consecuencia de la interpretación radical del discurso comunista, han logrado contraponerse a la hegemonía del poder económico y al gobierno despótico de élites que no dieron una adecuada rotación al poder político, asentadas sobre la herencia de la colonización permanente, desde la de 1492 (Dussel, 1492 - EL encubrimiento del otro, 1994) hasta las nuevas colonizaciones a través del capital económico; así “ante la unicidad del ser dominante se levanta la "Différance", la multiciplidad, la pluralidad, la fragmentariedad, la deconstrucción de todo macro relato”  (Dussel, 2001, pág. 438), desde esta perspectiva la diferencia reacciona ante el dominador generando fracciones dentro de la misma sociedad que van más allá de los intereses económicos sino que también buscan una participación efectiva en el ejercicio del poder político.


Los movimientos revolucionarios de una forma directa o indirecta hunden sus raíces en las teorías marxistas exportadas desde Rusia hasta el continente latinoamericano. Sin embargo no se puede confundir que la Filosofía de la liberación nace como fruto de esos movimientos, sino como un fruto autentico del pensamiento filosófico desde las propia condición latino americana; sin embargo la misma ha sido reducida a enfoques legitimadores de los nuevos focos del poder político que poco a poco ha devenido en totalitarismo y por cuya causa la filosofía de la liberación ha sido relacionada, tal vez con el fin de desmeritar su fundamento, a las luchas armadas que se han producido en el continente con el fin de buscar el acceso al poder político a través de medios violentos y que se han legitimado bajo el discurso de la lucha por el pobre, discurso que a la larga termina en una prolongación de la pobreza como medios para mantenerse en el poder. Esa imagen de la filosofía de la liberación es precisamente la que Dussel busca esquivar reconociendo la misma con una autentica forma de filosofía latino americana basada en la crítica al sistema-mundo establecido, es por ello que la filosofía de la liberación, o de la emancipación, debe evitar caer en el populismo que ha sido germen de los nuevos gobiernos pseudo-progresistas totalitarios y encontrar su lugar como autentica filosófica latinoamericana, experiencia del postmodernismo del continente suramericano. Una de las características principales de la Filosofía de la liberación es su carácter de unidad, ya que aunque reconoce la diversidad del continente también evidencia la estructura de enlaces existente entre las realidades y que profundizan más los problemas éticos, filosóficos, políticos y sociales del continente; no se queda en la mera concepción de que es fruto de una sociedad de culturas hibridas sino que son fruto de la exclusión de unos discursos a otros, en la que los excluyentes toman parte en el ejercicio del poder político y los segundos son excluidos y marginados a una periferia de la cual toman parte los teóricos de la liberación como una crítica a las condiciones sociales de las personas excluidas y los vicios de la actual estructura político-social de los países latino americanos.


1.2. La filosofía de la liberación y la interpretación de la realidad inmanente.


Dussel afirma que las nuevas corrientes filosóficas postmodernas eurocentristas adoptadas en América latina “desean evadirse de los dualismos simplificados de centro-periferia, atraso-progreso, tradición-modernidad, dominación-liberación y transitar por la pluralidad heterogénea, fragmentaria, diferencial, de una cultura trasnacional urbana”  (Dussel, 2001, pág. 438); se puede deducir de esta afirmación tajante que la concepción de la realidad latino americana debería de realizarse desde los principales problemas socio-políticos que presenta como son el empobrecimiento profundo de las clases dominadas bajo las clases dominantes; es decir que la realidad latino americana se encuentra determinada por la situación de exclusión social de los pobres del sistema económico y político, creando una dicotomía irreductible de dominante-dominado, explotador-explotado, siendo estos los problemas más representativos de la sociedad actual. La concepción de una filosofía política como filosofía postmoderna estaría en consecuencia con la afirmación de una realidad heterogénea sin punto focal de donde hacer una crítica profunda al sistema político-económico dominante; hoy día el liberalismo económico ha trascendido a las esferas de la política convirtiéndose por parte del Estado y de los medios de comunicación en una pretendida cultura universal que busca la hegemonización masificada de lo económico como fuente ineludible del progreso y desarrollo de los pueblos. Así el neoliberalismo nacido en igual termino como evolución del capitalismo moderno en paralelo a las nuevas corrientes del pensamiento postmodernista incuba en sí un modelo social consumista que procura la lucha por el capital transnacional con lo cual la reacción de la filosofía de la liberación debería ser focalizada hacia esta dimensión de lo político-económico. Así lo neoliberal a través de las instituciones del Estado se convierte en espacio público determinando así las relaciones de los ciudadanos y reduciéndola a un punto de partida economicista. Sin embargo tal visión fue realizada por el marxismo, en la cual todas las relaciones se basaban en la transformación de la materia en producto, siendo las relaciones entre las personas unas relaciones de producción. Desde esta perspectiva Duselliana entonces es necesario que la filosofía de la liberación tenga preferencia por una población frente a otra, y por ello debe ser una filosofía latinoamericana parcializada. Es opción por los pobres, por los excluidos.


Sin embargo habría que cuestionar a Dussel sobre la composición realidad social que él percibe, ya que además de estar compuesta por ricos y pobres, podría estar cayéndose en reduccionismo que lleva a la Filosofía de la liberación en un dualismo reducido en la crítica contingente de unos y la defensa de otros. No se puede negar que esta contingencia de la cual se dota la filosofía de la liberación pudiera terminar en un reduccionismo que ocultaría a nuestro ojos la realidad multiforme de problemas del contexto latino americana, es decir que la realidad es mucho más amplia, supera los dualismos con el surgimiento de nuevos problemas de orden social, político y económico. No pretendemos negar aquí que muchos de los problemas que padece la sociedad latino americana están relacionados con los modelos económicos adoptados por las políticas de cada país, en donde por un lado encontramos modelos económicos demasiado neoliberales que se hacen a un lado ante las prácticas económicas excluyentes del neoliberalismo y por otro lado modelos que ejercen un control exagerado a la economía desde lo político generando corrupción pública, mala administración de los bienes públicos y detrimento de la economía nacional hasta tal punto que es necesario hacer filas hasta de dos cuadras para conseguir alimento. Entonces no se le puede dar el lado a uno u otro modelo económico ya que ambos vienen propuestos desde la esfera del poder político detentado de manera déspota, generando una división de la sociedad contraponiendo un grupo frente al otro. Por ello la filosofía de la liberación debe proponer una ética de la emancipación ciudadana, que sea capaz de reaccionar a las circunstancias opresivas del poder político, ya sea neoliberal, comunista o socialista. La filosofía de la liberación clásica se queda en silencio frente a los poderes políticos que son afines a esta, aunque detenten el poder de una forma totalitarista.


La filosofía de la liberación debe entonces aportar instrumentos teóricos para que el ciudadano sea capaz de emanciparse a sí mismo sin la necesidad de tener que objetivarse en una facción política o discurso político, debe ser autónoma y distante de los poderes políticos, debe ser crítica ante toda imposición absoluta del poder. El absolutismo político fue el germen de la marginalización de América latina como periferia del centro europeo colonialista. Así mismo el poder político totalitario hoy día es el generador de nuevas periferias compuestas no solamente por los pobres y excluidos del sistema económico sino también, los excluidos del sistema políticos en condición de presos políticos, exiliados, empobrecidos, entre otros. Con el reconocimiento de una realidad diversa que supere las dicotomías de centro-periferia, atraso-progreso, tradición-modernidad, dominación-liberación, es decir que se pueden dar luces al descubrimiento de otras problemáticas de la realidad socio-política de latino América encubiertas por los discursos masificadores de la realidad inmanente como un todo que no tiene claros-grises. De esta forma la filosofía de la liberación alcanza una forma de transdisciplinariedad en cuanto entra en diálogo con otras corrientes filosóficas para comprender el entorno e interpretar la realidad desde las diversas porciones que representan la sociedad, es un punto focal para la comprensión profunda de las problemáticas de la filosofía latinoamericana en relación con la realidad inmanente que la determina.


2. La filosofía de la liberación como filosofía autocrítica latinoamericana contextualizada.


En América latina se hace necesario el surgimiento de un movimiento crítico que no solamente mire críticamente al eurocentrismo, sino que también sea crítico frente  su propio espacio contextual, que proponga nuevas formas de surgimientos del sujeto, no ya como el otro-ajeno, sino como el sujeto ciudadano. El señalamiento siempre del otro (pasado), la búsqueda en el exterior de un agente culpable de los actuales problemas de américa latina también puede ser un medio para el encubrimiento de las causas locales de los problemas propios. Ahora bien con ello no se quiere decir que los Otros, el Yo conquistador europeo-español, sean inocente de los hechos históricos que son el precedente de la situación continental hoy en día. Pero hay que ser conscientes que los problemas socio-políticos actuales hunden sus raíces en el pasado y que problemas sociales, económicos y políticos del hoy en el continente también son productos de las decisiones tomadas en esta era, tomando como plano de referencia las gestas independentistas de los 1800s. muchas de las causas que dieron lugar a la independencia de los estados latino americanos estaban más relacionadas a tener una propia sociedad burguesa independiente del rey en un sentido político y económico, pero que con el tiempo conservarían instituciones propias de la era colonial, como es al de un gobierno central, las pugnas por el poder entre las distintas dinastías políticas del momento, la conservación del poder eclesiástico como superior al poder civil, la educación dirigida por la Iglesia ya es un signo de dependencia del extranjero, el concordato, entre otras muchas figuras como por ejemplo la conservación de la idea peyorativa sobre los afro-descendientes como nacidos para el trabajo y su prolongación de su condición como siervos de un amo blanco. Así mismo las culturas indígenas, aún hasta el hoy son vistas desde muchos focos de la sociedad de manera peyorativa, como la estigmatización de su pensamiento con el mal llamado término de “la malicia indígena”; no podemos por tanto achacar estas problemáticas de hoy día al pasado solamente como es el planteamiento de Dussel, sino que en el hoy es donde se debe establecer un punto de cambio y transformación de la mentalidad de la condición latino americana.


Ciertamente una de las tesis que se puede deducir de la lectura de Dussel es que el germen de los problemas latino americanos provienen de manera directa e ineludible del periodo de la colonización. Si bien no se puede negar que en su mayoría los problemas tienen origen en ello, tampoco se puede eludir que es responsabilidad ética que el ciudadano latino americano debe buscar las formas posibles para salir de este gran letargo. Ahora bien, no todo se sostiene de manera individual, los problemas tienen un entretejido que involucra desde el ciudadano más común e individual hasta el Estado mismo, y son precisamente las instituciones del Estado las que tienen un arraigo al eurocentrismo de manera tal que todas las ideas desarrollistas traídas al continente en el periodo de la conquista y colonización, si bien no perduran como tales si siguen siendo un modo de ser de la política y de la economía latino americanas. Pero aquí surge pues la objeción sobre qué relación tiene ello con la cultura, si la cultura es propia, autóctona y es un bien nacional que se ha conformado desde hace varias decenas de décadas. Ante tal objeción la respuesta es compleja y ayuda a establecer una relación, si bien no directa ni determinante, sí presente en la forma de constituir la sociedad latino americana. La forma de la construcción de cultura y sociedad en el periodo del Yo conquistador europeo se estableció sobre los criterios de la economía de explotación y de la política absolutista. Por medio de la economía se construyen en el presente una cultura del consumo no solamente de mercado, sino que la misma cultura se mediatiza y se convierte en un producto de consumo y hasta de venta y renta. Por medio de los medios masivos de comunicación las culturas se proponen a la sociedad como productos a consumir, clásicamente hemos visto en los medios un ente constructor de culturas con facultades morfológicas, sin embargo hemos ignorado que son los sujetos culturales, desde la micro-cultura hasta la cultura masificada, quienes se mercantilizan a sí mismo, proponiendo la identidad como un programa informático que se puede reemplazar por otro o se puede actualizar el que ya se tiene. De otro lado la política, aunque no absoluta, si se expone como un nuevo orden mundial, subyugado al poder económico, mes una política vasalla cuyos criterios dependen de las exigencias del Banco mundial y de los requerimientos de las transnacionales y multinacionales que se instalan en los países latino americanos. Sin embargo desde una ética crítica, no sólo de la historia, sino de la decisión y opción del ser latino americano, se debe reconocer que las culturas, las sociedades y los ciudadanos actuales son los que sostienen o permiten este modelo neoliberal. Entonces desde una filosofía de la historia tendríamos que reconocer el presente como parte de la misma y la condición latino americana debe ser vista desde las propias entrañas de las cuales emana la filosofía latino americana, más allá de una filosofía existencial de un hombre que no sabe qué hacer o no encuentra su lugar en la historia y no tiene motivos que le impelan a preguntarse por el sentido de su existencia.


2.1. La condición del ciudadano como fundamento del pensamiento filosófico de la liberación en el contexto de América latina.


Podemos deducir que la filosofía latinoamericana no se trata de un nihilismo que juzga de manera acrítica todos los modelos sociales, políticos y económicos tan sólo porque en sí mismo carecen de sentido, sino desde la condición misma del ciudadano, ese ciudadano explotado, subyugado a extenuantes horas de trabajo mal pagas, a ese ciudadano que hace la interminable cola para recibir alimento, a ese ciudadano que muere de pie en una fila esperando verse con médico especialista. Por el contrario el ser latino americano ve su condición como injusta, es decir lejos de lo que todo ciudadano por el derecho universal quiere vivir. Por ello la crítica nacida en América latina desde una filosofía de la liberación busca en la filosofía de la historia no solamente causas, sino modelos de los cuales aún siguen vigentes, modelos políticos que se asientan sobre una idea de democracia adaptada a las necesidades del poder político, sea de izquierda o derecha. Mira con ojos críticos los simulacros de los países que con ideas desarrollistas buscan soluciones para los países latino americano sin compromisos realmente efectivos. Es como aceptar la pobreza pero no ir hasta dónde está y buscar herramientas para superarla, por ello:


“Todos los países periféricos o empobrecidos; las clases oprimidas del centro y la periferia; los afro-americanos y los hispanos en USA; las mujeres en todo el mundo; los "niños de las calles" de Bogotá o Sâo Paulo y los ancianos en asilos miserables; los marginales a millones y los también millones de emigrantes por causas políticas, raciales, económicas, etc., podrían dar testimonio que nada de eso se cumple, siendo una asimetría gigantesca la regla en todas esas reuniones o diálogos, en donde los "afectados" casi siempre están ausentes y las decisiones no son "aceptables" por las grandes mayorías de la humanidad.” (Dussel, 2001, pág. 380)


Apegados a la concepción de que los problemas latino americanos vienen desde fuera, así mismo se espera que las soluciones lleguen de fuera también. Por ello los modelos desarrollistas venidos desde el centro europeo siempre tienen una repercusión importante en nuestra sociedad, como si se tratare de una panacea salvadora que llegara a recatar al continente de la barbarie, del atraso, del misticismo, en una concepción de Dussel como si fuese una nueva conquista y colonización. Sin embargo estos fenómenos desarrollistas se dan en el presente, se dan en el hoy, se manifiestan no sólo en el pensamiento sino también en la forma de la política y la economía latinoamericana. Sin duda esta crítica nos llevaría a tomar parte de las ramas políticas de izquierda ya que toda la problemática eurocentrista la proyectamos en las políticas de las teorías de la derecha política. Sin embargo, hemos también de ver las políticas de la izquierda, en especial el marxismo, el comunismo y el actual llamado socialismo del siglo XXI como forma de la dependencia de Europa como centro. Las teorías políticas emanadas del comunismo y el marxismo, vienen  con una estructura conceptual crítica al modelo económico capitalista, transformado hoy en el neoliberalismo, con lo cual se confunde a las mismas con la filosofía de la liberación. Sin embargo estas teorías políticas traen a cambio del poder económico como fundamento de la sociedad, una marcada línea de concepción absoluta del Estado, en el cual el estado termina siendo la objetivación de todos los sujetos, en donde el autoritarismo adquiere un nuevo rostro.





3. La filosofía de la liberación como pensamiento filosófico latino americano en la superación de los modelos eurocentristas como el capitalismo y el marxismo. Hacia un punto de mirada propio.


Entonces se puede deducir que el eurocentrismo no sólo se da desde lo económico en la teoría capitalista y neoliberal, sino en las teorías marxistas clásicas. Como su etimología lo indica, Filosofía de la Liberación, es reflexión constante de la condición subyugada del ciudadano bajo el totalitarismo frente a las posibilidades de emancipación; no sólo frente al poder económico del neoliberalismo sino también del autoritarismo, aunque este se presente a sí mismo como emancipador del pueblo. Entonces estaríamos aquí al frente de lo mismo que plantea Dussel, a una necesidad de elaborar un pensamiento que no solamente pudiera llegar a ser propio, sino nacido de las propias condiciones humanas del ciudadano latino americano. Así nuestra periferia debería pues convertirse en nuestro centro, el cual como una ciudad ruinosa y desmoronada por los efectos de la guerra y que es necesario reconstruir para hacerla un lugar re-habitable y fruto del esfuerzo intelectual de la producción reflexiva académica propia. También es  “necesaria una cierta crítica del sujeto, para reconstruir una visión más profunda del mismo; ya que es necesario criticar una implicación de las causas externas del subdesarrollo latinoamericano, para integrarlo en una interpretación más comprensiva” (Dussel, 2001, pág. 440), sin embargo dicha crítica no se puede quedar en la sola experiencia de mirar hacia fuera como una forma negativa de eurocentrismo, sino en la mirada propia de las causas internas fruto de las decisiones y opciones del hoy, “la praxis de liberación es el “acto primero”, punto de partida y lugar hermenéutico de una reflexión humana radical, como es la filosófica, que usa como mediación analítica intrínseca las aportaciones de las ciencias del hombre, la sociedad y la cultura” (Scannone, 2009, pág. 61), de este modo la Filosofía de la Liberación como propuesta filosófica particularmente latino americana hunde sus raíces en la profundidad de los problemas del continente desde una perspectiva propia, autentica y de origen. Es decir que es el contexto regional propio el que genera las estructuras conceptuales y paradigmáticas como base del proceso de desarrollo, crecimiento y especificidad de la filosofía latino americana de la liberación. Más allá de una ilustración modernista, o un nihilismo postmodernista, es una forma deontológica es la elaboración de un camino propio y común de emancipación cultural y conceptual determinada por las condición propia de la vida en el continente americano, se piensa desde donde se vive.


Pareciera pues que la afirmación sobre la crítica del sujeto como medio para poder descubrir el origen de las actuales condiciones sociales de pobreza, marginación exclusión política apuntaran sólo al continente europeo y a norte américa; ciertamente el afirmar que “el Poder se constituye mutua y relacionalmente entre los sujetos sociales, pero no por ello dejar de haber el Poder del Estado o el Poder de una Nación hegemónica” (Dussel, 2001, pág. 440), ciertamente son los mismos sujetos ciudadanos que conforman las uniones cívicas y constituyen la base electoral que llegan a legitimar los gobiernos totalitarios de derecha o izquierda (ambos eurocentristas en todo sentido[1]) por medio del sufragio universal o por medio de una actitud participativa pasiva o indiferente. Así aunque el Estado hegemónico sea el que se imponga a través de una democracia débil, el ciudadano, es decir el sujeto, o los sujetos son los que proceso tras proceso democrático son los que de una forma pasiva mediante la indiferencia política permiten que las condiciones de pobreza y marginalidad continúen. En la cultura política latino americana, la sociedad se ha acostumbrado al paradigma político de la asistencia estatal, es decir que cultivan una dependencia del Estado que no les permite salir del letargo político. La dependencia por lo tanto no es sólo de las instituciones Estatales hacia los modelo económico-políticos impuestos desde el exterior, sino que dentro del mismo contexto de las naciones latino americanas se crean estas cadenas de dependencia, en parte también sustentadas por las multitudes que confluyen en ideologías políticas que en lo formal estructuran discursos desarrollistas o progresistas y que en la dimensión real del mismo se limitan a la aplicación de programas sociales precarios que sólo sirven de parangón propagandística de los gobiernos. Entonces desde una postura crítica de la teoría política podríamos deducir que no sólo es el Estado, que no sólo son los sujetos sociales, sino que hay una doble complicidad por un lado propuesta y por el otro lado permitida mediante la pasividad política, que configura un ambiente de marginados periféricos dependientes de las políticas sociales del centro gobernante; en palabras populares: los electores pobres que eligen a los mandatarios ricos. Desde esta perspectiva son los sujetos contextualizados mediante una hermenéutica crítica de la realidad socio-política y del mundo de la vida que pueden generar un cambio social que se pueda reflejar en la caducidad de las estructuras estatales hegemonizantes y totalitarias, para comenzar el empoderamiento de los procesos políticos, pero ello no será posible hasta que el ciudadano pase de ser un sujeto pasivo a un sujeto-intersubjetivo-ciudadano-activo-político, es decir que la acción política del ciudadano en intersubjetividad asociativa es la base de las transformaciones sociales y de la superación de los viejos modelos dependientes eurocentristas aplicados de forma descontextualizada en el continente


Una de las característica que Dussel identifica en su afirmación de que “en toda la periferia (África, Asia y América Latina), comenzaron a surgir movimientos críticos que partían de su propia realidad regional, y que utilizaban en algunos casos a un marxismo renovado como referencia teórica” (Dussel, 2001, pág. 442), es precisamente su carácter periférico. Mientras que la referencia al marxismo renovado es secundaria, la principal esencia de dichas filosofías, se les puede reconocer así, es su carácter periférico, que visto desde un enfoque hermenéutico histórico-crítico se puede decir que es su carácter regional. Se deduce que cuando se habla de periferia es porque se habla desde el centro, es desde el centro que se comprende la periferia. Pero cuando se habla de centro es porque se hace desde un punto de mirada periférico. Entonces el carácter fundamental de la Filosofía de la Liberación, es su especificidad crítica generada en las propias instancias de lo regional. Lo regional no se refiere en este ámbito al ismo, sino a la localización contextual del pensamiento filosófico latino americano; el pensamiento latinoamericano tiene profundas conexiones sistemáticas y conceptuales con la mirada hacia los problemas propios de las regiones. Es por ello que ramas de las ciencias humanas han tenido un gran impacto en la manera de ver el contexto de la realidad propia desde la crítica-histórica del devenir del continente hasta la diversificación de los estudios humanos que han sido llamados estudios culturales. Sin embargo la filosofía de la liberación no puede ser limitada a un mero estudio de las características culturales, sino que trasciende hacia la dimensión hermenéutica en encontrar en la deconstrucción histórica las fuentes mismas que posibiliten una propuesta de transformación social y cultural.  Así desde la Filosofía latino americana se da el nacimiento de enfoques teóricos diversos que no se limitan sólo a la reflexión teórica y conceptual, sino que también se hace efectiva mediante la crítica de la propia condición latino americana, generando desde esta estructuraciones teórico-críticas de la política que buscan generar una transformación no sólo social sino  histórica. Por ello en el ámbito teórico de la política estamos ante el nacimiento de una nueva teoría política emanada de la noción de ciudadanía como base presentes en las diferentes sociedades y culturas, una idea de comunidad en la diversidad más no en la homogeneidad. Una teoría política que conlleva un compromiso con la praxis del pensamiento, es decir que el pensamiento crítico latino americano debe reflejarse en un abandono en la actitud pasiva del ciudadano frente a los fenómenos políticos y empoderarse de una posición activa mediante la crítica, la propuesta de cambio y la participación ciudadana en la esfera pública y democrática de su contexto social-cultural propio.  Con todo ello podemos concluir que la filosofía de la liberación no es una simple rama inmanente de los estudios culturales, esta trasciende dichas barreras.






CONCLUSIONES



No se puede reducir el pensamiento eurocentrista solo al capitalismo y el neoliberalismo como problema social, además de ello hay muchos otros problemas que aumentan el nivel de pobreza física y hasta intelectual del continente, como por ejemplo la droga, el egoísmo, la pérdida del amor a la educación y la sabiduría, y que ciertamente estos problemas también hunden sus raíces en los valores generados del tener y el poder con base en valores economicistas. Por tanto los problemas no son sólo políticos sino también éticos. Hay otras formas de ser eurocentristas. En el contexto filosófico latino americano estamos ante surgimiento de diversos pensamientos críticos en la periferia postcolonial, la filosofía de la liberación es un  movimiento especificado que construye una crítica de la realidad desde la contextualización propia del sujeto, por ello el orientar su objeto de crítica sólo a las instituciones es ignorar que en la ciudadanía están las bases para la conformación del poder público y que desde la ciudadanía como un ejercicio crítico dentro del contexto local se pueden generar formas de participación que pueden transformar la realidad social.


La nueva filosofía de la liberación de ser completamente latino americano, este contexto es el que debe darle la conceptualización propia de su punto de mirada. Esta especificidad expresa al sujeto como ciudadano partícipe de una comunidad, no como “pobre” necesitado de un “caudillo” para emanciparse, ni como sujeto atrapado y limitado por la comunidad. Se debe reconocer que en la estructura política actual hay una doble realidad, la de los dominadores y la de los dominados. Sin embargo no habrá un cambio teórico político crítico sino hay una transformación social que nace del ciudadano. Por tanto no se puede concentrar la crítica sólo a las instituciones dominantes sino también a la cultura pasiva del dominado como propiciación del poder ciudadano frente a la hegemonía y al totalitarismo. De otro lado la filosofía de la liberación no puede guardar silencio cómplice sobre las estructuras de poder neo-marxistas o socialistas que anulan la democracia para instaurar el totalitarismo que por medio de las armas se impone a todos los ciudadanos mediante la abolición de partidos políticos y la restricción de los derechos del ciudadano.


El pensamiento actual latino americano tiene la necesidad de transcender de la figura del proletario (trabajador…) y desplazarse a la del ciudadano, ya que la figura del proletario es excluyente en si misma de otras figuras de la sociedad actual, aunque excluye al burgués  también excluye al no trabajador, al niño, al nativo americano, al afro descendiente. No hay que olvidar que la figura del proletario nace en Europa de la Alemania industrial, no tiene relación alguna con el indígena, con el no trabajador, con el marginado. Es más que todo una interpretación economicista-materialista de la realidad, en latino América por la condición diversa de su población es necesario interpretar desde aspectos diversos e inclusivos a la vez. Proletario etimológicamente significa trabajador, hoy día hay mayor pobreza en los sin trabajo… el ciudadano es universal ya que incluye a todos por igual.


Referencias



Dussel, E. (1994). 1492 - EL encubrimiento del otro. La Paz: Plural Edictores - Coleccion Academia. Obtenido de http://www.vicepresidencia.gob.bo/IMG/pdf/dussel_.pdf

Dussel, E. (2001). Segunda Parte - Algunos aspectos de la modernidad y la globalización. En J. A. Senent (Ed.), Hacia una filosofía política crítica (págs. 345-445). Bilbao, España: Descleé De Brouwer S. A. .

Scannone, J. C. (2009). La filosofía de la liberación: historia, características, vigencia actual. (U. C. Argentina, Ed.) Teología y Vida, L, 59-73. Obtenido de http://www.scielo.cl/pdf/tv/v50n1-2/art06.pdf









[1] Algunos dependientes de la Unión Europea y Norte América, y otros de Rusia, china y países de la misma línea ideológica. Ambas facciones conglomeradas en torno al sentimiento anticapitalista y los otros bajo el sentimiento anticomunista.

No hay comentarios:

Publicar un comentario