TÍTULO: La posibilidad de la generación de un
movimiento crítico en la periferia que se aleje de todas las premisas del
marxismo sea clásico, progresista o renovado es la fuente de una Filosofía de
la Liberación auténticamente latinoamericana.
Resumen
La filosofía
latinoamericana se ha caracterizado por su postura crítica frente a todo poder
hegemónico, así esta crítica hunde sus
raíces deconstructivas hasta las profundidades históricas de la conquista y
colonización como primera fuente de los problemas latino americanos. Por ello
la filosofía de la liberación como pensamiento crítico latino americano se
propone como una interpretación comprensiva y crítica de la historia y de la
actualidad social. En este proceso la inmanencia de la filosofía de la
liberación es irreductible, aunque no se priva de la pregunta por la
trascendencia del ser latino americano. Uno de los elementos preponderantes que
proponemos para una filosofía de la liberación y la filosofía latinoamericana
en general es la noción del ciudadano como centro y fundamento de toda
construcción política democrática. Así no se puede pensar sólo en la condición
del proletario, sino en la condición del ciudadano latino americano como
universalidad que configura el pensamiento crítico latino americano. Desde su
centralidad nueva, la filosofía latino americana y en especial la filosofía de
la liberación latino americana adquieren dimensiones contextualizadas de las
condiciones del sujeto-ciudadano, así se genera una ética ciudadana propia, una
crítica a las instituciones sociales que perpetúan el eurocentrismo.
Palabras claves: Filosofía de la liberación, contextualización regional, marxismo,
filosofía latinoamericana, ética ciudadana.
Abstract
Latin American philosophy has been characterized by its critical stance
against any hegemonic power, so this review has its deconstructive historical
roots to the depths of the conquest and colonization as the primary source of
Latin American problems. Thus philosophy of liberation as Latin American
critical thinking is proposed as a comprehensive interpretation and criticism of
social history. In this process the immanence of philosophy of liberation is
irreducible, although not deprived of the question of the importance of being
Latin American. One of the preponderant elements we propose for a philosophy of
liberation and Latin American philosophy in general is the notion of the
citizen as the center and foundation of all democratic political construction.
So you can not think only about the condition of the proletariat, but on the
condition of the Latin American citizen as universality that sets the Latin
American critical thinking. From its new centrality, Latin American philosophy,
especially the philosophy of Latin American liberation acquire contextualized
dimensions of the conditions of the subject-citizen and citizen own ethics, a
critique of social institutions that perpetuate Eurocentrism is generated.
Keywords: Philosophy of Liberation, regional contextualization, Marxism, Latin
American philosophy, ethic of citizenship.
AUTOR: ALEXIS ROJAS
DONADO
Mayo de 2016
INTRODUCCIÓN
En este ensayo se
pretenden abordar de manera crítica a la concepción de política Duselliana
desde los riesgos que se presentan a esta como el poder devenir en un populismo,
si esta se involucra demasiado en las repercusiones prácticas de las teorías
neo-marxistas desde la posiciones dicotómicas de la realidad social como es la lucha de clases, la lucha por los pobres
frente a los ricos, entre otras. En primer se hace referencia la forma en
como el discurso de la lucha de clases puede llegar a desembocar en una
concepción dual de la sociedad en la que los pobres no llegan a tener los
mismos derechos de los ricos, y la pobreza es sobrevalorada como fundamento
legitimador decir que los actuales discursos populistas que se sustentan en la
pobreza como fuente de su permanencia, siendo pocos esfuerzos para superarla,
siendo este un mal social que atenta contra los derechos humanos. Por el otro
lado se hace una crítica dirigida a la mentalidad generada en las teorías
políticas de izquierda en donde se concibe al pobre como un ente pasivo en
espera de ser sacado de su letargo. Por ello se retoma el discurso Duselliano
desde la concepción del ciudadano como fuente de toda emancipación política y
transformación social, donde todos como iguales en derecho y dignidad ante las
clausulas pétreas de la constitución, mediante la formación ciudadana se pueden
superar las barreras del individualismo y el aislamiento, el egoísmo económico
que ha acrecentado la brecha entre los ricos y pobres, mediante el
empobrecimiento de muchos para el enriquecimiento de pocos. En este ensayo no
plantea tampoco la clásica pretensión de empobrecer a los ricos y enriquecer a
los pobres, ni justificando a los ricos (mucho menos) terminando la lucha en el
establecimiento de una nueva forma de capitalismo, sino desde la equidad
política y la protección de los derechos del ciudadano.
Este escrito sin embargo no pretende una
crítica a toda la obra de Dussel, ya que ello nos daría para la realización de
un compendio paralelo a lo escrito por el autor, sino que busca enfocarse a una
crítica de la concepción dusseliana de los orígenes de la problemática
social-cultural de Latinoamérica, del pensamiento latino americano como
filosofía de la liberación con construcciones teóricas neomarxistas, con el
objetivo de poder elaborar una ampliación de dicha concepción hacia la
demostración de una filosofía latino americana libre de todo eurocentrismo
capitalista o comunista, neoliberal o neomarxistas; a cambio se propone un
pensamiento filosófico crítico latino americano contextualizado en el presente
con base en una teoría política y ética desde el ciudadano y sujeto como tal.
La categorización de la filosofía de la liberación debe estar organizada
ciertamente dentro del contexto de los pensamientos filosóficos latino
americanos e ir más allá hacia la constitución de una filosofía propiamente
latino americana. Es decir que la filosofía de la liberación además de ser
pensamiento latino americano, al ser llamada filosofía latino americana se
reconoce su fundamento en la construcción conceptual de sentido en las esferas
del pensamiento latino americano. Es decir que nace de la condición propia de
latino América. Por ello la filosofía de la liberación debe ser pensada y
ejercida como disciplina desde las condiciones propias.
En este artículo se pretende dar a la
filosofía de la liberación un lugar propio en el contexto latino americano, de
sus propias condiciones y de sus propios pensamientos e interpretación de su
propia realidad. Dussel en sus obras
establece una crítica al eurocentrismo y todas sus manifestaciones en el
pensamiento latino americano, muy marcado en la actualidad de manera constante
en los centros de estudios, en los modelos políticos y económicos, en la
valoración de la cultura como un producto de buena o mala calidad. De esta
manera desde la postura dusseliana se hace una crítica profunda a todo
contenido teoría eurocentrista asumido en latino América como palabra de
verdad, y los cuales se tratan de aplicar en un contexto cuyas estructuras no
son compatibles, a lo cual se le puede conocer también con los conceptos de
hegemonización, globalización, civilización, entre otros. Por otro lado se
establece una relación casi a priori
entre la filosofía de la liberación y el marxismo. Esta relación sin duda es
evidente. Lo que no es evidente y parece descartarse de manera a priori también, es que el marxismo en
todas sus formas desde el socialismo hasta el marxismo renovado, también es una
forma de pensamiento traída desde Europa oriental actualmente, pero que su seno
y nacimiento se da entre Alemania y Rusia como pensamiento y que es entre Rusia
totalitariamente que se impone como ideología nacional, en Alemania no pasó a
ser posteriormente un movimiento político fuerte pero perseguido, al igual que
otros movimientos políticos importante, por el fascismo del nacismo.
Por ello aquí se hace un análisis de la
influencia del eurocentrismos en todas sus formas y que dicha influencia no
deja de ser una incidencia del pensamiento eurocentrista, si bien no comulga
con el ideario del capitalismo y el neoliberalismo con una estructura política
controlada por la hegemonía del capital económico, por el otro lado encontramos
una política controlada por la hegemonía de una sola ideología, de una sola
inclinación política, supresión de partidos políticos, criminalización del
derecho a disentir, exilio de quienes piensan distinto del Estado, priones y
persecuciones políticas; en sólo concepto, un totalitarismo de Estado desde una
ideología política única, con el advenimiento de la supresión de la diversidad
política y cultural. Por eso en este artículo se propone una filosofía de la
liberación como filosofía latino americana propiamente, emergida desde la
contextualización regional y de la condición propia de sujeto-ciudadano latino
americana, que en primer lugar sea crítica abierta frente a todo movimiento
político totalitario y hegemónico, que defienda al otro desde su condición como
pobre, como excluido político, como ciudadano alienado en el sistema de la
maquinaria electoral, en la reactivación de la ciudadanía como fundamento del
poder, que critica no sólo la esfera de las políticas económicas, sino también
la esfera de las políticas democráticas restrictivas.
La posibilidad de la generación de un movimiento crítico
en la periferia que se aleje de todas las premisas del marxismo sea clásico,
progresista o renovado es la fuente de una Filosofía de la Liberación
auténticamente latinoamericana.
1. La
filosofía de la liberación y los fenómenos revolucionarios en América latina.
Ciertamente la filosofía de la liberación
clásica en América latina tiene sus raíces en la reinterpretación del marxismos
desde las propias entrañas filosóficas y políticas del continente suramericano,
sin embargo la posibilidad de que este discurso postmoderno de crítica profunda
al sistema capitalista puede devenir en el la reducción de populismos y
concepciones dicotómicas de una realidad que es demasiado diversa, en la cual
no sólo se puede tener una referencia a los derechos económicos de los pobres frente
a los ricos ni la concepción de un estado que castigue a unos y apremie a
otros, sino en la apertura a la luchas sociales que buscan restablecer y
fundamentar la política sobre los derechos del ciudadano. Los discursos
clásicos del populismo que han devenido en la detentación del poder como por
ejemplo en los países de Cuba y Venezuela han terminado en el establecimiento
de totalitarismo que se contraponen efectivamente ante cualquier emancipación
del ciudadano como individuo social. Así resulta entonces gracias a los
ejemplos de la realidad que la política se convierte en una balanza hecha no
para mantener el equilibrio del poder público sino que la misma se inclina en
favor de unos y en contra de otras, haciendo de la política un aparato de
dominio despótico de unos sobre otro. Es necesario destacar que los movimientos
políticos surgidos de la lucha de clases, de las revoluciones que han sido
consecuencia de la interpretación radical del discurso comunista, han logrado
contraponerse a la hegemonía del poder económico y al gobierno despótico de
élites que no dieron una adecuada rotación al poder político, asentadas sobre
la herencia de la colonización permanente, desde la de 1492 (Dussel, 1492 - EL encubrimiento
del otro, 1994) hasta las nuevas colonizaciones a
través del capital económico; así “ante la unicidad del ser dominante se
levanta la "Différance", la
multiciplidad, la pluralidad, la fragmentariedad, la deconstrucción de todo
macro relato” (Dussel, 2001, pág. 438) , desde esta
perspectiva la diferencia reacciona ante el dominador generando fracciones
dentro de la misma sociedad que van más allá de los intereses económicos sino
que también buscan una participación efectiva en el ejercicio del poder
político.
Los movimientos revolucionarios de una forma
directa o indirecta hunden sus raíces en las teorías marxistas exportadas desde
Rusia hasta el continente latinoamericano. Sin embargo no se puede confundir
que la Filosofía de la liberación nace como fruto de esos movimientos, sino
como un fruto autentico del pensamiento filosófico desde las propia condición
latino americana; sin embargo la misma ha sido reducida a enfoques
legitimadores de los nuevos focos del poder político que poco a poco ha
devenido en totalitarismo y por cuya causa la filosofía de la liberación ha
sido relacionada, tal vez con el fin de desmeritar su fundamento, a las luchas
armadas que se han producido en el continente con el fin de buscar el acceso al
poder político a través de medios violentos y que se han legitimado bajo el
discurso de la lucha por el pobre, discurso que a la larga termina en una
prolongación de la pobreza como medios para mantenerse en el poder. Esa imagen
de la filosofía de la liberación es precisamente la que Dussel busca esquivar
reconociendo la misma con una autentica forma de filosofía latino americana
basada en la crítica al sistema-mundo establecido, es por ello que la filosofía
de la liberación, o de la emancipación, debe evitar caer en el populismo que ha sido germen de los
nuevos gobiernos pseudo-progresistas totalitarios y encontrar su lugar como
autentica filosófica latinoamericana, experiencia del postmodernismo del
continente suramericano. Una de las características principales de la Filosofía
de la liberación es su carácter de unidad, ya que aunque reconoce la diversidad
del continente también evidencia la estructura de enlaces existente entre las
realidades y que profundizan más los problemas éticos, filosóficos, políticos y
sociales del continente; no se queda en la mera concepción de que es fruto de
una sociedad de culturas hibridas sino que son fruto de la exclusión de unos
discursos a otros, en la que los excluyentes toman parte en el ejercicio del
poder político y los segundos son excluidos y marginados a una periferia de la
cual toman parte los teóricos de la liberación como una crítica a las
condiciones sociales de las personas excluidas y los vicios de la actual
estructura político-social de los países latino americanos.
1.2. La filosofía de la liberación y la
interpretación de la realidad inmanente.
Dussel afirma que las nuevas corrientes
filosóficas postmodernas eurocentristas adoptadas en América latina “desean
evadirse de los dualismos simplificados de centro-periferia, atraso-progreso,
tradición-modernidad, dominación-liberación y transitar por la pluralidad
heterogénea, fragmentaria, diferencial, de una cultura trasnacional urbana” (Dussel, 2001, pág. 438) ; se puede deducir de
esta afirmación tajante que la concepción de la realidad latino americana
debería de realizarse desde los principales problemas socio-políticos que
presenta como son el empobrecimiento profundo de las clases dominadas bajo las
clases dominantes; es decir que la realidad latino americana se encuentra
determinada por la situación de exclusión social de los pobres del sistema
económico y político, creando una dicotomía irreductible de dominante-dominado,
explotador-explotado, siendo estos los problemas más representativos de la
sociedad actual. La concepción de una filosofía política como filosofía
postmoderna estaría en consecuencia con la afirmación de una realidad heterogénea
sin punto focal de donde hacer una crítica profunda al sistema político-económico
dominante; hoy día el liberalismo económico ha trascendido a las esferas de la política
convirtiéndose por parte del Estado y de los medios de comunicación en una
pretendida cultura universal que busca la hegemonización masificada de lo económico
como fuente ineludible del progreso y desarrollo de los pueblos. Así el
neoliberalismo nacido en igual termino como evolución del capitalismo moderno
en paralelo a las nuevas corrientes del pensamiento postmodernista incuba en sí
un modelo social consumista que procura la lucha por el capital transnacional
con lo cual la reacción de la filosofía de la liberación debería ser focalizada
hacia esta dimensión de lo político-económico. Así lo neoliberal a través de
las instituciones del Estado se convierte en espacio público determinando así
las relaciones de los ciudadanos y reduciéndola a un punto de partida
economicista. Sin embargo tal visión fue realizada por el marxismo, en la cual
todas las relaciones se basaban en la transformación de la materia en producto,
siendo las relaciones entre las personas unas relaciones de producción. Desde
esta perspectiva Duselliana entonces es necesario que la filosofía de la
liberación tenga preferencia por una población frente a otra, y por ello debe
ser una filosofía latinoamericana parcializada. Es opción por los pobres, por
los excluidos.
Sin embargo habría que cuestionar a Dussel sobre la composición
realidad social que él percibe, ya que además de estar compuesta por ricos y
pobres, podría estar cayéndose en reduccionismo que lleva a la Filosofía de la
liberación en un dualismo reducido en la crítica contingente de unos y la
defensa de otros. No se puede negar que esta contingencia de la cual se dota la filosofía de la liberación pudiera
terminar en un reduccionismo que ocultaría a nuestro ojos la realidad
multiforme de problemas del contexto latino americana, es decir que la realidad es mucho más amplia, supera los
dualismos con el surgimiento de nuevos problemas de orden social, político y
económico. No pretendemos negar aquí que muchos de los problemas que padece la
sociedad latino americana están relacionados con los modelos económicos
adoptados por las políticas de cada país, en donde por un lado encontramos
modelos económicos demasiado neoliberales que se hacen a un lado ante las
prácticas económicas excluyentes del neoliberalismo y por otro lado modelos que
ejercen un control exagerado a la economía desde lo político generando
corrupción pública, mala administración de los bienes públicos y detrimento de
la economía nacional hasta tal punto que es necesario hacer filas hasta de dos
cuadras para conseguir alimento. Entonces no se le puede dar el lado a uno u
otro modelo económico ya que ambos vienen propuestos desde la esfera del poder
político detentado de manera déspota, generando una división de la sociedad
contraponiendo un grupo frente al otro. Por ello la filosofía de la liberación
debe proponer una ética de la emancipación ciudadana, que sea capaz de
reaccionar a las circunstancias opresivas del poder político, ya sea
neoliberal, comunista o socialista. La filosofía de la liberación clásica se
queda en silencio frente a los poderes políticos que son afines a esta, aunque
detenten el poder de una forma totalitarista.
La filosofía de la liberación debe entonces aportar
instrumentos teóricos para que el ciudadano sea capaz de emanciparse a sí mismo
sin la necesidad de tener que objetivarse en una facción política o discurso
político, debe ser autónoma y distante de los poderes políticos, debe ser
crítica ante toda imposición absoluta del poder. El absolutismo político fue el
germen de la marginalización de América latina como periferia del centro
europeo colonialista. Así mismo el poder político totalitario hoy día es el generador
de nuevas periferias compuestas no solamente por los pobres y excluidos del
sistema económico sino también, los excluidos del sistema políticos en
condición de presos políticos, exiliados, empobrecidos, entre otros. Con el
reconocimiento de una realidad diversa que supere las dicotomías de centro-periferia, atraso-progreso,
tradición-modernidad, dominación-liberación, es decir que se pueden dar luces
al descubrimiento de otras problemáticas de la realidad socio-política de
latino América encubiertas por los discursos masificadores de la realidad inmanente
como un todo que no tiene claros-grises. De esta forma la filosofía de la liberación
alcanza una forma de transdisciplinariedad en cuanto entra en diálogo con otras
corrientes filosóficas para comprender el entorno e interpretar la realidad
desde las diversas porciones que representan la sociedad, es un punto focal
para la comprensión profunda de las problemáticas de la filosofía
latinoamericana en relación con la realidad inmanente que la determina.
2. La filosofía de la
liberación como filosofía autocrítica latinoamericana contextualizada.
En América latina se hace necesario el
surgimiento de un movimiento crítico que no solamente mire críticamente al eurocentrismo,
sino que también sea crítico frente su
propio espacio contextual, que proponga nuevas formas de surgimientos del
sujeto, no ya como el otro-ajeno, sino como el sujeto ciudadano. El
señalamiento siempre del otro (pasado), la búsqueda en el exterior de un agente
culpable de los actuales problemas de américa latina también puede ser un medio
para el encubrimiento de las causas locales de los problemas propios. Ahora
bien con ello no se quiere decir que los Otros, el Yo conquistador
europeo-español, sean inocente de los hechos históricos que son el precedente
de la situación continental hoy en día. Pero hay que ser conscientes que los
problemas socio-políticos actuales hunden sus raíces en el pasado y que problemas
sociales, económicos y políticos del hoy en el continente también son productos
de las decisiones tomadas en esta era, tomando como plano de referencia las
gestas independentistas de los 1800s. muchas de las causas que dieron lugar a
la independencia de los estados latino americanos estaban más relacionadas a
tener una propia sociedad burguesa independiente del rey en un sentido político
y económico, pero que con el tiempo conservarían instituciones propias de la
era colonial, como es al de un gobierno central, las pugnas por el poder entre
las distintas dinastías políticas del momento, la conservación del poder
eclesiástico como superior al poder civil, la educación dirigida por la Iglesia
ya es un signo de dependencia del extranjero, el concordato, entre otras muchas
figuras como por ejemplo la conservación de la idea peyorativa sobre los
afro-descendientes como nacidos para el trabajo y su prolongación de su
condición como siervos de un amo blanco. Así mismo las culturas indígenas, aún
hasta el hoy son vistas desde muchos focos de la sociedad de manera peyorativa,
como la estigmatización de su pensamiento con el mal llamado término de “la malicia indígena”; no podemos por
tanto achacar estas problemáticas de hoy día al pasado solamente como es el
planteamiento de Dussel, sino que en el hoy es donde se debe establecer un punto
de cambio y transformación de la mentalidad de la condición latino americana.
Ciertamente una de las tesis que se puede
deducir de la lectura de Dussel es que el germen de los problemas latino
americanos provienen de manera directa e ineludible del periodo de la
colonización. Si bien no se puede negar que en su mayoría los problemas tienen
origen en ello, tampoco se puede eludir que es responsabilidad ética que el
ciudadano latino americano debe buscar las formas posibles para salir de este
gran letargo. Ahora bien, no todo se sostiene de manera individual, los
problemas tienen un entretejido que involucra desde el ciudadano más común e
individual hasta el Estado mismo, y son precisamente las instituciones del
Estado las que tienen un arraigo al eurocentrismo de manera tal que todas las
ideas desarrollistas traídas al continente en el periodo de la conquista y
colonización, si bien no perduran como tales si siguen siendo un modo de ser de la política y de la
economía latino americanas. Pero aquí surge pues la objeción sobre qué relación
tiene ello con la cultura, si la cultura es propia, autóctona y es un bien
nacional que se ha conformado desde hace varias decenas de décadas. Ante tal
objeción la respuesta es compleja y ayuda a establecer una relación, si bien no
directa ni determinante, sí presente en la forma de constituir la sociedad
latino americana. La forma de la construcción de cultura y sociedad en el
periodo del Yo conquistador europeo se estableció sobre los criterios de la
economía de explotación y de la política absolutista. Por medio de la economía
se construyen en el presente una cultura del consumo no solamente de mercado,
sino que la misma cultura se mediatiza y se convierte en un producto de consumo
y hasta de venta y renta. Por medio de los medios masivos de comunicación las
culturas se proponen a la sociedad como productos a consumir, clásicamente
hemos visto en los medios un ente constructor de culturas con facultades
morfológicas, sin embargo hemos ignorado que son los sujetos culturales, desde
la micro-cultura hasta la cultura masificada, quienes se mercantilizan a sí
mismo, proponiendo la identidad como un programa informático que se puede
reemplazar por otro o se puede actualizar el que ya se tiene. De otro lado la
política, aunque no absoluta, si se expone como un nuevo orden mundial, subyugado al poder económico, mes una
política vasalla cuyos criterios dependen de las exigencias del Banco mundial y
de los requerimientos de las transnacionales y multinacionales que se instalan
en los países latino americanos. Sin embargo desde una ética crítica, no sólo
de la historia, sino de la decisión y opción del ser latino americano, se debe reconocer que las culturas, las
sociedades y los ciudadanos actuales son los que sostienen o permiten este
modelo neoliberal. Entonces desde una filosofía de la historia tendríamos que
reconocer el presente como parte de la misma y la condición latino americana
debe ser vista desde las propias entrañas de las cuales emana la filosofía
latino americana, más allá de una filosofía existencial de un hombre que no sabe qué hacer o no
encuentra su lugar en la historia y no tiene motivos que le impelan a
preguntarse por el sentido de su existencia.
2.1. La condición del
ciudadano como fundamento del pensamiento filosófico de la liberación en el
contexto de América latina.
Podemos deducir que la filosofía
latinoamericana no se trata de un nihilismo
que juzga de manera acrítica todos los modelos sociales, políticos y económicos
tan sólo porque en sí mismo carecen de sentido, sino desde la condición misma
del ciudadano, ese ciudadano explotado, subyugado a extenuantes horas de
trabajo mal pagas, a ese ciudadano que hace la interminable cola para recibir
alimento, a ese ciudadano que muere de pie en una fila esperando verse con
médico especialista. Por el contrario el ser
latino americano ve su condición como injusta, es decir lejos de lo que
todo ciudadano por el derecho universal quiere vivir. Por ello la crítica
nacida en América latina desde una filosofía de la liberación busca en la
filosofía de la historia no solamente causas, sino modelos de los cuales aún
siguen vigentes, modelos políticos que se asientan sobre una idea de democracia
adaptada a las necesidades del poder político, sea de izquierda o derecha. Mira
con ojos críticos los simulacros de los países que con ideas desarrollistas
buscan soluciones para los países latino americano sin compromisos realmente
efectivos. Es como aceptar la pobreza pero no ir hasta dónde está y buscar
herramientas para superarla, por ello:
“Todos los países
periféricos o empobrecidos; las clases oprimidas del centro y la periferia; los
afro-americanos y los hispanos en USA; las mujeres en todo el mundo; los
"niños de las calles" de Bogotá o Sâo Paulo y los ancianos en asilos
miserables; los marginales a millones y los también millones de emigrantes por
causas políticas, raciales, económicas, etc., podrían dar testimonio que nada
de eso se cumple, siendo una asimetría gigantesca la regla en todas esas
reuniones o diálogos, en donde los "afectados" casi siempre están
ausentes y las decisiones no son "aceptables" por las grandes
mayorías de la humanidad.” (Dussel, 2001, pág. 380)
Apegados a la concepción de que los problemas latino
americanos vienen desde fuera, así mismo se espera que las soluciones lleguen
de fuera también. Por ello los modelos desarrollistas venidos desde el centro
europeo siempre tienen una repercusión importante en nuestra sociedad, como si
se tratare de una panacea salvadora que llegara a recatar al continente de la
barbarie, del atraso, del misticismo, en una concepción de Dussel como si fuese
una nueva conquista y colonización. Sin embargo estos fenómenos desarrollistas
se dan en el presente, se dan en el hoy, se manifiestan no sólo en el
pensamiento sino también en la forma de la política y la economía
latinoamericana. Sin duda esta crítica nos llevaría a tomar parte de las ramas
políticas de izquierda ya que toda la problemática eurocentrista la proyectamos
en las políticas de las teorías de la derecha política. Sin embargo, hemos
también de ver las políticas de la izquierda, en especial el marxismo, el
comunismo y el actual llamado socialismo
del siglo XXI como forma de la dependencia de Europa como centro. Las
teorías políticas emanadas del comunismo y el marxismo, vienen con una estructura conceptual crítica al
modelo económico capitalista, transformado hoy en el neoliberalismo, con lo
cual se confunde a las mismas con la filosofía de la liberación. Sin embargo
estas teorías políticas traen a cambio del poder económico como fundamento de
la sociedad, una marcada línea de concepción absoluta del Estado, en el cual el
estado termina siendo la objetivación de todos los sujetos, en donde el
autoritarismo adquiere un nuevo rostro.
3. La filosofía de la
liberación como pensamiento filosófico latino americano en la superación de los
modelos eurocentristas como el capitalismo y el marxismo. Hacia un punto de
mirada propio.
Entonces se puede deducir que el eurocentrismo no sólo se
da desde lo económico en la teoría capitalista y neoliberal, sino en las
teorías marxistas clásicas. Como su etimología lo indica, Filosofía de la Liberación, es reflexión constante de la condición
subyugada del ciudadano bajo el totalitarismo frente a las posibilidades de
emancipación; no sólo frente al poder económico del neoliberalismo sino también
del autoritarismo, aunque este se presente a sí mismo como emancipador del
pueblo. Entonces estaríamos aquí al frente de lo mismo que plantea Dussel, a
una necesidad de elaborar un pensamiento que no solamente pudiera llegar a ser
propio, sino nacido de las propias condiciones humanas del ciudadano latino
americano. Así nuestra periferia debería pues convertirse en nuestro centro, el
cual como una ciudad ruinosa y desmoronada por los efectos de la guerra y que
es necesario reconstruir para hacerla un lugar re-habitable y fruto del
esfuerzo intelectual de la producción reflexiva académica propia. También es “necesaria una cierta crítica del sujeto, para
reconstruir una visión más profunda del mismo; ya que es necesario criticar una
implicación de las causas externas del subdesarrollo latinoamericano, para
integrarlo en una interpretación más comprensiva” (Dussel, 2001, pág. 440) , sin embargo dicha
crítica no se puede quedar en la sola experiencia de mirar hacia fuera como una
forma negativa de eurocentrismo, sino en la mirada propia de las causas
internas fruto de las decisiones y opciones del hoy, “la praxis de liberación
es el “acto primero”, punto de partida y lugar hermenéutico de una reflexión
humana radical, como es la filosófica, que usa como mediación analítica
intrínseca las aportaciones de las ciencias del hombre, la sociedad y la
cultura” (Scannone, 2009, pág. 61) , de este modo la
Filosofía de la Liberación como propuesta filosófica particularmente latino
americana hunde sus raíces en la profundidad de los problemas del continente
desde una perspectiva propia, autentica y de origen. Es decir que es el
contexto regional propio el que genera las estructuras conceptuales y
paradigmáticas como base del proceso de desarrollo, crecimiento y especificidad
de la filosofía latino americana de la liberación. Más allá de una ilustración
modernista, o un nihilismo
postmodernista, es una forma
deontológica es la elaboración de un camino propio y común de emancipación
cultural y conceptual determinada por las condición propia de la vida en el
continente americano, se piensa desde donde se vive.
Pareciera pues que
la afirmación sobre la crítica del sujeto como medio para poder descubrir el
origen de las actuales condiciones sociales de pobreza, marginación exclusión
política apuntaran sólo al continente europeo y a norte américa; ciertamente el
afirmar que “el
Poder se constituye mutua y relacionalmente entre los sujetos sociales, pero no
por ello dejar de haber el Poder del Estado o el Poder de una Nación hegemónica”
(Dussel, 2001, pág. 440) , ciertamente son los
mismos sujetos ciudadanos que conforman las uniones cívicas y constituyen la
base electoral que llegan a legitimar los gobiernos totalitarios de derecha o
izquierda (ambos eurocentristas en todo sentido[1]) por
medio del sufragio universal o por medio de una actitud participativa pasiva o
indiferente. Así aunque el Estado hegemónico sea el que se imponga a través de
una democracia débil, el ciudadano, es decir el sujeto, o los sujetos son los
que proceso tras proceso democrático son los que de una forma pasiva mediante
la indiferencia política permiten que las condiciones de pobreza y marginalidad
continúen. En la cultura política latino americana, la sociedad se ha
acostumbrado al paradigma político de la asistencia estatal, es decir que
cultivan una dependencia del Estado que no les permite salir del letargo
político. La dependencia por lo tanto no es sólo de las instituciones Estatales
hacia los modelo económico-políticos impuestos desde el exterior, sino que
dentro del mismo contexto de las naciones latino americanas se crean estas
cadenas de dependencia, en parte también sustentadas por las multitudes que
confluyen en ideologías políticas que en lo formal estructuran discursos
desarrollistas o progresistas y que en la dimensión real del mismo se limitan a
la aplicación de programas sociales precarios que sólo sirven de parangón
propagandística de los gobiernos. Entonces desde una postura crítica de la
teoría política podríamos deducir que no sólo es el Estado, que no sólo son los
sujetos sociales, sino que hay una doble complicidad por un lado propuesta y
por el otro lado permitida mediante la pasividad política, que configura un
ambiente de marginados periféricos dependientes de las políticas sociales del
centro gobernante; en palabras populares: los electores pobres que eligen a los
mandatarios ricos. Desde esta perspectiva son los sujetos contextualizados
mediante una hermenéutica crítica de la realidad socio-política y del mundo de
la vida que pueden generar un cambio social que se pueda reflejar en la
caducidad de las estructuras estatales hegemonizantes y totalitarias, para
comenzar el empoderamiento de los procesos políticos, pero ello no será posible
hasta que el ciudadano pase de ser un sujeto pasivo a un sujeto-intersubjetivo-ciudadano-activo-político,
es decir que la acción política del ciudadano en intersubjetividad asociativa
es la base de las transformaciones sociales y de la superación de los viejos
modelos dependientes eurocentristas aplicados de forma descontextualizada en el
continente
Una
de las característica que Dussel identifica en su afirmación de que “en toda la periferia (África, Asia y
América Latina), comenzaron a surgir movimientos críticos que partían de su
propia realidad regional, y que utilizaban en algunos casos a un marxismo renovado
como referencia teórica” (Dussel, 2001, pág. 442) , es precisamente su
carácter periférico. Mientras que la referencia al marxismo renovado es
secundaria, la principal esencia de dichas filosofías, se les puede reconocer
así, es su carácter periférico, que visto desde un enfoque hermenéutico
histórico-crítico se puede decir que es su carácter regional. Se deduce que
cuando se habla de periferia es porque se habla desde el centro, es desde el centro
que se comprende la periferia. Pero cuando se habla de centro es porque se hace
desde un punto de mirada periférico. Entonces el carácter fundamental de la
Filosofía de la Liberación, es su especificidad crítica generada en las propias
instancias de lo regional. Lo regional no se refiere en este ámbito al ismo, sino a la localización contextual
del pensamiento filosófico latino americano; el pensamiento latinoamericano
tiene profundas conexiones sistemáticas y conceptuales con la mirada hacia los problemas
propios de las regiones. Es por ello que ramas de las ciencias humanas han
tenido un gran impacto en la manera de ver el contexto de la realidad propia
desde la crítica-histórica del devenir del continente hasta la diversificación
de los estudios humanos que han sido llamados estudios culturales. Sin embargo
la filosofía de la liberación no puede ser limitada a un mero estudio de las
características culturales, sino que trasciende hacia la dimensión hermenéutica
en encontrar en la deconstrucción histórica las fuentes mismas que posibiliten
una propuesta de transformación social y cultural. Así desde la Filosofía latino americana se da
el nacimiento de enfoques teóricos diversos que no se limitan sólo a la
reflexión teórica y conceptual, sino que también se hace efectiva mediante la
crítica de la propia condición latino americana, generando desde esta
estructuraciones teórico-críticas de la política que buscan generar una
transformación no sólo social sino
histórica. Por ello en el ámbito teórico de la política estamos ante el
nacimiento de una nueva teoría política emanada de la noción de ciudadanía como
base presentes en las diferentes sociedades y culturas, una idea de comunidad
en la diversidad más no en la homogeneidad. Una teoría política que conlleva un
compromiso con la praxis del pensamiento, es decir que el pensamiento crítico
latino americano debe reflejarse en un abandono en la actitud pasiva del
ciudadano frente a los fenómenos políticos y empoderarse de una posición activa
mediante la crítica, la propuesta de cambio y la participación ciudadana en la esfera
pública y democrática de su contexto social-cultural propio. Con todo ello podemos concluir que la
filosofía de la liberación no es una simple rama inmanente de los estudios
culturales, esta trasciende dichas barreras.
CONCLUSIONES
No
se puede reducir el pensamiento eurocentrista solo al capitalismo y el
neoliberalismo como problema social, además de ello hay muchos otros problemas
que aumentan el nivel de pobreza física y hasta intelectual del continente,
como por ejemplo la droga, el egoísmo, la pérdida del amor a la educación y la
sabiduría, y que ciertamente estos problemas también hunden sus raíces en los
valores generados del tener y el poder con base en valores economicistas. Por
tanto los problemas no son sólo políticos sino también éticos. Hay otras formas
de ser eurocentristas. En el contexto filosófico latino americano estamos ante surgimiento de diversos pensamientos
críticos en la periferia postcolonial, la filosofía de la liberación es un movimiento especificado que construye una
crítica de la realidad desde la contextualización propia del sujeto, por ello
el orientar su objeto de crítica sólo a las instituciones es ignorar que en la
ciudadanía están las bases para la conformación del poder público y que desde
la ciudadanía como un ejercicio crítico dentro del contexto local se pueden generar
formas de participación que pueden transformar la realidad social.
La nueva filosofía de la liberación de ser
completamente latino americano, este contexto es el que debe darle la
conceptualización propia de su punto de mirada. Esta especificidad expresa al
sujeto como ciudadano partícipe de una comunidad, no como “pobre” necesitado de
un “caudillo” para emanciparse, ni como sujeto atrapado y limitado por la
comunidad. Se debe reconocer que en la estructura política actual hay una doble
realidad, la de los dominadores y la de los dominados. Sin embargo no habrá un
cambio teórico político crítico sino hay una transformación social que nace del
ciudadano. Por tanto no se puede concentrar la crítica sólo a las instituciones
dominantes sino también a la cultura pasiva del dominado como propiciación del
poder ciudadano frente a la hegemonía y al totalitarismo. De otro lado la
filosofía de la liberación no puede guardar silencio cómplice sobre las
estructuras de poder neo-marxistas o socialistas que anulan la democracia para
instaurar el totalitarismo que por medio de las armas se impone a todos los
ciudadanos mediante la abolición de partidos políticos y la restricción de los
derechos del ciudadano.
El pensamiento actual latino
americano tiene la necesidad de transcender de la figura del proletario
(trabajador…) y desplazarse a la del ciudadano, ya que la figura del proletario
es excluyente en si misma de otras figuras de la sociedad actual, aunque
excluye al burgués también excluye al no
trabajador, al niño, al nativo americano, al afro descendiente. No hay que
olvidar que la figura del proletario nace en Europa de la Alemania industrial,
no tiene relación alguna con el indígena, con el no trabajador, con el marginado.
Es más que todo una interpretación economicista-materialista de la realidad, en
latino América por la condición diversa de su población es necesario
interpretar desde aspectos diversos e inclusivos a la vez. Proletario
etimológicamente significa trabajador, hoy día hay mayor pobreza en los sin
trabajo… el ciudadano es universal ya que incluye a todos por igual.
Referencias
Dussel, E. (1994). 1492 - EL encubrimiento del
otro. La Paz: Plural Edictores - Coleccion Academia. Obtenido de
http://www.vicepresidencia.gob.bo/IMG/pdf/dussel_.pdf
Dussel,
E. (2001). Segunda Parte - Algunos aspectos de la modernidad
y la globalización. En J. A. Senent (Ed.), Hacia una filosofía política crítica
(págs. 345-445). Bilbao, España: Descleé De Brouwer S. A. .
Scannone,
J. C. (2009). La filosofía de la liberación: historia,
características, vigencia actual. (U. C. Argentina, Ed.) Teología y Vida,
L, 59-73. Obtenido de http://www.scielo.cl/pdf/tv/v50n1-2/art06.pdf
[1]
Algunos dependientes de la Unión
Europea y Norte América, y otros de Rusia, china y países de la misma línea
ideológica. Ambas facciones conglomeradas en torno al sentimiento
anticapitalista y los otros bajo el sentimiento anticomunista.