viernes, 12 de junio de 2015

UNA REVISIÓN DE LA PARTICIPACIÓN CIUDADANA DESDE LOS ENFOQUES PEDAGÓGICOS...



UNA REVISIÓN DE LA PARTICIPACIÓN CIUDADANA DESDE LOS ENFOQUES PEDAGÓGICOS QUE PERMITAN ENCONTRAR LAS FALENCIAS DE LA FORMACIÓN DE UN CIUDADANO ACTIVO Y CRÍTICO 



RESUMEN:


En el presente artículo analizamos la formación ciudadana en relación con las políticas educativas, en primer lugar se realiza un análisis introductorio en el cual podemos ver la relación intrínseca que hay entre política educativa y practica pedagógica, llegando a comprender como norma y aplicación. En nuestro marco teórico se analiza las teorías y experiencias que se tienen sobre el fenómeno investigado en el cual se evidencia, mediante la metodología de análisis documental, como la hipótesis va mucho más allá de lo originalmente planeado. Los resultados de la investigación fueron base para argumentar que la falta de participación ciudadana tiene sus raíces no sólo en el sistema como tal sino en las fundamentación de las prácticas pedagógicas, aunadas también a la poca cultura de participación ciudadana y cívica de nuestro país. Al mismo tiempo se identifica que desde la constitución y las políticas educativas se establece un marco normativo de la formación ciudadana integral. Al finalizar concluimos cómo es necesario articular política educativa y objetivos pedagógicos con el fin de que la participación ciudadana sea reflejo de una formación ciudadana fundada en el pensamiento crítico, liberador y quehacer activo del ciudadano.



 





Formación ciudadana, pedagogía crítica, Coherencia curricular, escuela y contexto, política educativa, participación ciudadana.


 
INTRODUCCIÓN


Desde el inicio del proceso investigativo, habíamos elaborado la hipótesis basados en las observaciones de la poca participación ciudadana en los asuntos públicos y en la vida civil de los ciudadanos. En una búsqueda por demostrar dicha afirmación emprendimos una exploración documental con el fin de poder encontrar las causas de la poca participación desde las perspectivas de diferentes autores. En nuestra revisión documental a nivel internacional se puede percibir que evidentemente hay una desmotivación de la participación ciudadana tanto en el ámbito político como cívico. En las diferentes constataciones a través de los textos revisados se evidencia que la falta de participación se debe a la falta de procesos que formen al ciudadano como tal para que comprenda que su quehacer en la sociedad va mucho más allá de la mera participación en los procesos de elección. En esta búsqueda exhaustiva se pudo encontrar que las causas de la apatía de los ciudadanos a involucrarse en asuntos públicos están enraizadas en las mismas estructuras del sistema educativo. Por ello la pregunta por las causas de la apatía de las personas frente al ejercicio de ciudadanía nos remite hasta el principio mismo en donde se deben desarrollar todas las competencias necesarias para ser un ciudadano crítico, activo y propositivo. La escuela, además de la familia y el grupo social, es el lugar especial donde la formación en ciudadanía adquiere un carácter orgánico, puesto que desde sus planeaciones académicas elabora estructuras pedagógicas y  didácticas  por las cuales los estudiantes pueden llegar a la vivencia misma de la ciudadanía desde perspectivas éticas que le comprometen consigo mismo y con la búsqueda del bienestar común.


Las perspectivas que este estudio evalúa miran hacia dos horizontes que se entrecruzan, o mejor dicho se articulan para obtener mejores resultados aplicables. Por un lado encontramos la vertiente de la política educativa, de la cual proviene muchas de las bases por las cuales podríamos al mismo tiempo evaluarlas a sí mismas y a la misma educación aplicada con respecto a lo que se espera en lo formal. Por el otro lado encontramos la vertiente de las teorías y prácticas pedagógicas innovadoras que a través de procesos prácticos de enseñanza crean ambientes relacionados al establecimiento y práctica de valores tales como el diálogo, el respeto, la inclusión, la tolerancia, el sentido de pertenencia, entre otros, que propician en el desarrollo de capacidades sociales y comunitarias en los estudiantes que hacen parte del ejercicio ciudadano para la polis. Desde la perspectiva de la política educativa, encontramos que las anteriores capacidades es lo que se espera que se desarrolle por los niños en las escuelas, estas capacidades son las que así mismo se espera que los niños y ciudadanos en formación al momento de su terminación de estudios tengan un cambio de actitud frente a la participación política, la participación cívica y en la construcción de un ideario de ciudadano activo, participativo y crítico. Sin embargo la constatación hecha en la hipótesis sobre la apatía participativa y el desinterés por la vida cívica, lleva a pensar que algo está fallando en el sistema política educativa – prácticas pedagógicas. Por ello en el presente trabajo de investigación trataremos de buscar las respuestas a estos interrogantes con el fin de aportar en la construcción de la ciudadanía desde una perspectiva dialógica entre diferentes intereses de la formación ciudadana.

 

MARCO TEÓRICO


El ejercicio de la ciudadanía no está limitado a la participación ciudadana en la vida política del país. Esta se extiende mucho más allá entretejiéndose con otros aspectos relevantes de la vida cotidiana que son fundamento esencial para que haya una buena estructura del tejido social. Por ello la educación para la ciudadanía trasciende los aspectos básicos de la vida política de la sociedad, compromete la formación de personas que se comprenden a sí mismos como actores civiles esenciales de la  sociedad. Entonces formación ciudadana no es una simple asignatura escolar por la cual aprender a votar, es fundamento de la elaboración de interacciones civiles que se proyectan en el marco político de un país, formación implica construir al sujeto ciudadano desde sus bases más profundas, es una formación que compromete al ciudadano con la construcción y mejoramiento de sus comunidad (Freire, Política y educación, 1997). Entonces en la formación ciudadana debe haber un especial cuidado en las prácticas pedagógicas y cómo esta se estructura en su diseño instruccional y sus componentes curriculares. Una de las problemáticas que indicábamos en la hipótesis antecedente a este trabajo investigativo es la apatía y el interés de los ciudadanos a ejercer la participación ciudadana, entonces en una búsqueda interpretativa llegamos a comprender que la problemática tiene mucho que ver con las practicas docentes y los componentes curriculares. Existe entonces una relación directa entre las prácticas pedagógicas y sus componentes y en la calidad de la participación ciudadana de los estudiantes en cuestiones del espacio público; Velandia (2011) con base en la observación de los docentes en sus prácticas pedagógicas concluye que existe una gran incoherencia entre el contenido de la metodología discursiva del docente y las expectativas y las realidades propias de los estudiantes.


Desde la perspectiva de la necesidad de una formación ciudadana integral surgen aspectos muy importantes que revisar, por ejemplo desde la visión de Freire (Pedagogía del oprimido, 1968) destaca la importancia de una formación cívica proyectada a la construcción del ciudadano cómo un ser crítico, activo y propositivo; esta proyección nos hace pensar en una formación ciudadana orientada hacia la reformación de un ciudadano que sale de su pasividad y entra en el mundo activo de la polis, comprende la comunidad y la sociedad como organismo vivo del cual es componente fundamental y que desde un punto de vista crítico aprende a ver en el discurso estructuras incoherente que se ven reflejadas en las problemáticas sociales de cada comunidad, y que al sentirse parte esencial de la misma propone caminos de solución que lo llevarán a buscar mediante la participación ciudadana el mejoramiento de su comunidad. En esta misma postura de construir un ideario de ciudadano que se comprende como célula integral de la comunidad coinciden autores como Cerda (2004), Peralta (2009), y Gómez Serrudo (2008) quienes ven en la pedagogía la oportunidad, no educar personas para que depositen un voto, sino la de formar personas que sean capaces de aportar a sus comunidades, por ello hablamos de construir la ciudadanía, desde idearios pedagógicos, puesto que el civismo es una actitud que se puede aprender y se deben generar las estructuras necesarias para que los procesos tengan éxito y sus resultados se vean reflejados en la vida pública del país.



METODOLOGÍA:


Análisis Documental. Se hizo una búsqueda exhaustiva de bibliografía existente en la red sobre la formación ciudadana, los hallazgos se dieron en muchos países. La bibliografía fue organizada de acuerdo a sus lugares de procedencias comprendiendo que cada autor habla desde su contexto más próximo. Con ello se pudo caracterizar tres tipos de documentación según su origen. La documentación obtenida fue leída e interpretada en el marco de una formación ciudadana para la construcción de comunidades cívicas comprometidas con su propio desarrollo, la comprensión de los textos se llevó a la luz de las pistas dadas por la problemática y los fundamentos de la hipótesis. Se hizo una organización jerárquica de los documentos encontrados, comenzando en primer lugar por analizar la situación europea en el contexto hispanoparlante sobre la temática investigada, en segundo lugar se analizó e interpretó la información de los textos que se centraban en el marco latino americano de países como México, Brasil, Chile, Venezuela y Argentina, y en último lugar y de forma más profunda y crítica centramos nuestra comprensión en la situación Colombiana. La estructura anterior nos da a entender la universalidad de la problemática investigada. De dicho análisis se dieron excelentes resultados y descubrimiento que dieron lugar a la elaboración del Estado del Arte. Es importante destacar que se seleccionó material relevante y pertinente al caso, y que dicho material se encuentra soportado por publicaciones de editoriales reconocidas como Siglo XXI, LOOM PIIE, así como revistas importantes como actualidades pedagógicas, UNAM México, ELEUTHERA, entre otra, por lo cual aseguramos la seriedad y pertinencia del estudio.


Criterios de Búsqueda. Como criterio de búsqueda se establecieron temas como la formación ciudadana en la escuela, formación ciudadana y participación, nuevas perspectivas para la formación ciudadana, formación ciudadana en Colombia. Con estos criterios se logró la recuperación de un importante acervo documental base para la elaboración del Estado del Arte. El material encontrado se encuentra clasificado de acuerdo a su tipo en Libros, artículos de revista, investigaciones, y ponencias.


Instrumento de Clasificación. El material documental encontrado se clasificó en fichas bibliográficas que permitieron lograr una vista gráfica y estructurada del estado de la cuestión en sus diferentes autores, logrando así determinar los años en que se publicaron los escritos (entre 1997 y 2014), por lo cual destacamos la actualidad y la relevancia de la temática investigada, los lugares y las fuentes que los soportan. Estas fichas están organizadas de acuerdo a los criterios según su tipo, anteriormente listados.


RESULTADOS


La formación ciudadana y participación política, un movimiento del paradigma de la pedagogía discursiva al proceso del diálogo.


Los autores Castro (2002) y  Cerda, 2004)  resaltan la dinámica correlacionar que existe entre educación ciudadana con pedagogías de la experiencia y de la formación contextual con el ejercicio del derecho de la participación ciudadana y cívica, entendiéndose así que los factores intervinientes en el modo que se desarrolla y aplica una pedagogía crítica, radical y liberadora inciden en el ámbito especial comunitario de la construcción ciudadana y de los idearios de una ciudadanía responsable y activa. De esta investigación podemos evidenciar que para que haya una relación coherente entre educación y participación ciudadana, se hace necesario una despolitización de la educación, con ello se pretende lograr dar a la educación en ciudadanía unos enfoques pedagógicos que orienten al ciudadano en la construcción de un entorno civil más justo y comprometido con su propio desarrollo. Se puede evidenciar la importancia de los procesos pedagógicos en el desarrollo ciudadano de los estudiantes, desde la comprensión de su quehacer social en el entorno comunitario construyendo puentes de interacción dialógica que permita lograr consensos que se proyecten en la vida política del país. Para ello no se requiere sólo de un cambio en la estructura curricular y pedagógica a nivel de la escuela, también hace falta un verdadero camino de transformación socio-cultural el cual pueda ser reflejo de las experiencias escolares, sin duda podemos entender que, también por medio de la educación se puede transformar la cultura, por ello hace falta que los docentes también experiencien la novedad pedagógica que los lleve del discurso al dialogo entre iguales con los estudiantes. (Peralta Duque, 2009). Para ello señala la autora que para dar fundamento jurídico al proceso de formación ciudadana integrada a los procesos sociales, “se expide la Ley 115 de 1994 (artículo 5) que tiene entre sus fines: Un proceso de formación integral, física, psíquica, intelectual, moral, espiritual, social, afectiva, ética, cívica y demás valores humanos” (Ibíd., pág. 168), entre otros valores que brindan bases para el mejoramiento de los procesos pedagógicos en los procesos de formación ciudadanas desde un marco constructivo de una sociedad más consciente de sus derechos y responsable de las expectativas éticas que ello comporta. El problema que se evidencia en la revisión documental al respecto es la dicotomía presente entre lo que formalmente está dispuesto y lo que en realidad se experimenta en el aula de clases; la formación ciudadana se convierte en equivoco cuando se le da el mismo tratamiento curricular de cualquier otra área del conocimiento, encontramos que se proyecta la educación ciudadana no como un espacio de experiencias civiles, democráticas y dialógicas sino por el contrario, como un corpus conceptual a ser memorizado.

Folgueiras (2008) nos propone la búsqueda de una formación para una ciudadanía activa, fundamentada en los valores de la democracia y el respeto de los derechos civiles y sociales. Ello implica de seguro una formación para el desarrollo de competencias críticas que le permita al ciudadano mantener compromiso con la comunidad cívica y establecer posturas de dialogo frente a las instituciones del Estado. Este nuevo objetivo exige desarrollo de modelos pedagógicos fundamentados en el desarrollo de la inclusión social, en el respeto a la diversidad cultural, en una postura crítica frente a los modelos políticos y económicos monolíticos. Por lo que observamos en las argumentaciones revisadas se evidencia que la formación ciudadana no se agota entonces a un mero entrenamiento del estudiante en la implementación de mecanismos participativos, sino que lo debería llevar al desarrollo de competencias socio-comunicativas tales como búsqueda de consenso por medio del dialogo, aporte de soluciones a las problemáticas de su comunidad. Para ello se entiende pues que la formación ciudanía debe ser coherente con la experiencia contextual de los estudiantes, por ende las prácticas pedagógicas deberán articular el contexto escolar con el contexto comunitario-familiar y social de los aprendientes. Así pues se observa que la formación ciudadana en la escuela se está tomando como un asunto vivencial que por medio de los diseños didácticos deben lograr como objetivo principal que los estudiantes en su propio medio escolar adquieran actitudes cívicas, tales como el diálogo, el respeto por la diferencia, el respeto por la propiedad privada y pública, valores esenciales para lograr una vida comunitaria sostenible en la cual cada sujeto sea tratado con respeto y su palabra y decisión tenga valor y sea tomada en cuenta.

Por otra parte, los mecanismos de participación ciudadana son los medios por los cuales los ciudadanos construyen la democracia, estos están cobijados por la Constitución Política de Colombia al reconocer el país como un Estado Social de Derecho, lo cual indica en lo formal el destino de la patria lo deciden todos sus ciudadanos y que todos tienen el derecho y la obligación de exponer sus puntos de vista. Pero precisamente, como menciona el filósofo colombiano Zuleta, (1988) no es suficiente dar la opinión, también hay que construir la democracia; por ello el Estado debe garantizar mecanismos mediante los cuales los ciudadanos puedan tomar decisiones a cerca de problemas que los aquejan y tomar acciones. La participación ciudadana no sólo implica la opinión y el derecho a la expresión, sino que también implica tomar caminos democráticos de acción ciudadana. Colombia como Estado Social de Derecho promueve vías por medio de las cuales los ciudadanos podemos expresar nuestra voluntad en decisiones no sólo de carácter político sino también económicos, como lo es en este caso el cabildo abierto, que conforme a la mala prestación de los servicios públicos. De igual forma los ciudadanos están llamados a construir ciudadanía mediante el ejercicio de sus derechos, sin embargo todo ello depende de la concepción de democracia que se tenga. No se le puede pedir a quien vende su voto, tal aptitud ya que para esta persona la democracia es solo aportar un voto para que un político suba a un puesto público. Sin embargo para el ciudadano informado y formado en la cultura política su voto es para elegir alguien que represente sus intereses y por consiguientes los de la comunidad en general.

La democracia no sólo cubre aspectos políticos y electorales de la sociedad civil, sino que en ella también confluyen en otros aspecto de la vida de los ciudadanos; es decir que democracia no es sólo ir a la urna y depositar el voto, sino como un ejercicio que día a día se construye como un dialogo consensuado. Democracia entendida como participación, con ejercicio de la ciudadanía, es fruto de la formación constante en valores que ayuden a acrecentar al ciudadano frente a las instituciones públicas y le permitan el empoderamiento de sus derechos. Ser ciudadano no es algo evidenciable por un documento, sino que hace parte de la experiencia de la persona. Entonces por ello es válido afirmar que la ciudadanía es algo que se aprende, no comporta solamente un cambio actitudinal sino también un cambio y renovación de mentalidad. El ejercicio del poder no puede quedar sólo en manos de los representantes, por eso en Colombia existen tres poderes que posibilitan la participación de todos los ciudadanos. Se debe aprender a hacer uso de los mecanismos que incluyen al ciudadano en la toma de decisiones relevantes, también es un espacio donde se construye comunidad, pues es allí donde sus actores se empoderan de las problemáticas que los aquejan y se entienden como parte funcional de la nación, no sólo como habitantes de un país sino como parte estructural de este.


CONCLUSIONES


Es evidente y constatable la incidencia de las políticas educativas y las prácticas pedagógicas en la calidad y efectividad de la participación ciudadana. Por ello una participación ciudadana activa debe estar fundamentada sobre criterios de planeación educativa relevantes a desarrollar competencias conceptuales, procedimentales y actitudinales en los estudiantes en un marco de formación ciudadana que sea crítico del sistema, liberador de las cadenas de la apatía y el desinterés por las problemáticas políticas-cívicas, y activa en el sentido de ejercer de forma plena y consciente su ciudadanía con la articulación de todos sus derechos. Por lo tanto la formación ciudadana actual está instaurando objetivos relacionados con la contextualidad espacio-temporal de los estudiantes, que permitan a los mismos desarrollar las capacidades necesarias para la ciudadanía activa desde el enfoque pedagógico constructivista mediante el diálogo en vez del discurso, de la relación horizontal estudiante-docente en vez de la relación de autoridad clásica, desde la reflexión crítica de las realidades sociales y políticas en vez de la memorización rígida de término y nombres de presidentes.


Las nuevas perspectivas descubiertas por este estudio han nacido como respuesta a las falencias que se evidencian en el sentido formal y real de cómo se realiza en los colegios el proceso de formación ciudadana. Podemos concluir que la formación ciudadana no es una instrucción académica que se queda en lo contextual y la evaluación sumatoria. Por el contrario la formación ciudadana es un proceso de vida por el cual el estudiante es cultivado para que haga parte de la sociedad desde una participación crítica y comprometida con generar espacios de interacción con sus semejantes. Este proceso que parte del sujeto tiende a proyectarse hacia la comunidad entera y desde allí a la construcción de una sociedad equitativa donde los derechos sociales sean promovidos, respetados y defendidos por cada uno de los individuo. La formación ciudadana en la escuela debe verse reflejada en el espectro de la vida política del país, promoviendo la inclusión social, el respeto a la diferencia y el reconocimiento real de la interculturalidad. El reto de las nuevas prácticas pedagógicas de la formación ciudadana es transformar la actual cultura de la abstención e indiferencia hacia lo político en una cultura política cívica, que se geste no desde los congresos y ministerios sino desde las comunidades en las calles y las aulas de clase, una verdadera revolución ciudadana empoderada de la polis. Con todo podemos hacer claridad que la formación ciudadana no corresponde únicamente a la escuela sino que también compromete a la sociedad en general, comenzando desde los hogares mismos.




Referencias



Castro, I. (2002). Escuela y Formación ciudadana. En I. e. Castro, & G. Bellon (Ed.), Visiones latinoamericanas: educación, política y cultura (Primera ed., págs. 85-99). México D. F.: Plaza y Valdez Edictores. Obtenido de http://goo.gl/DdGQhI

Cerda, A. M. (2004). El complejo camino de la formación ciudadana - una mirada a las prácticas docentes. Santiago de Chile: LOM Ediciones. Obtenido de http://goo.gl/GrkbXt

Folgueiras Bertomeu, P. (2008). La participación en sociedades multiculturales: Elaboración y evaluación de un programa de participación activa. RELIEVE -Revista ELectrónica de Investigación y EValuación Educativa-, 14(2). Obtenido de http://www.uv.es/RELIEVE/v14n2/RELIEVEv14n2_4.htm#_edn1

Freire, P. (1968). Pedagogía del oprimido. Serivicios Koinonia. Obtenido de http://www.servicioskoinonia.org/biblioteca/general/FreirePedagogiadelOprimido.pdf

Freire, P. (1997). Política y educación (Segunda ed.). Sao Paulo, Brazil: siglo veintiuno editores.

Gómez-Serrudo, N. (Julio-diciembre de 2008). La vida cotidiana y el juego en la formación ciudadana de los niños. Revista Universitas Humanística(66), 179-198. Obtenido de http://www.scielo.org.co/pdf/unih/n66/n66a11.pdf

Peralta Duque, B. d. (Enero-diciembre de 2009). La formación ciudadana en el sistema educativo de Colombia: ¿una mirada reactiva o transformadora? Revista Eleuthera, 3, 165-178. Obtenido de http://eleuthera.ucaldas.edu.co/downloads/Eleuthera3_6.pdf

Velandia Velandia, D. L., Rodríguez Fandiño, E., & Acosta Martín, S. (Julio-diciembre de 2011). Formación ciudadana: mirada a las prácticas pedagógicas. Revista Actualidades Pedagógicas(58), 191-204. Obtenido de http://goo.gl/8tZOVx 

Zuleta, E. (1988). Democracia y participación. Obtenido de CatedraEstanislao.univalle.edu.co.: http://catedraestanislao.univalle.edu.co

FORMACIÓN CIUDADANA DESDE EL CAMBIO DEL PARADIGMA PEDAGÓGICO DEL DISCURSO CONCEPTUAL A LA EXPERIENCIA DIALÓGICO.



FORMACIÓN CIUDADANA DESDE EL CAMBIO DEL PARADIGMA PEDAGÓGICO DEL DISCURSO CONCEPTUAL A LA EXPERIENCIA DIALÓGICO.


RESUMEN


Este artículo se realiza con base en las investigaciones por medio de la metodología de estado del arte. Inicia con una elaboración de un marco teórico fruto de los textos estudiados en la clasificación documental lograda con énfasis en un análisis de la formación ciudadana desde la perspectiva de la transformación de las bases pedagógicas. En el marco teórico se orienta el estudio hacia una visión contextual de América latina. Posteriormente se hace una referencia sobre la metodología de análisis documental, en la cual se caracterizaron cuatro tipos de documentos consultados. En seguida en los resultados de la investigación veremos la implícita relación que existe entre práctica pedagógica, realidad contextual y medio intercultural y diverso. Con todo ello se concluye que la formación ciudadana se mueve en un cambio de paradigma, en el cual las prácticas pedagógicas se convierten en reflejo de las interacciones sociales y el tipo de participación ciudadana y política que se quiere lograr desarrollar en los estudiantes.



Palabras claves: Formación ciudadana, cambio metodológico, paradigma pedagógico, metodología dialógica, formación ciudadana intercultural, diversidad, democracia vivencial.

 INTRODUCCIÓN


La formación ciudadana ha nacido como una necesidad de los estados nacionales de que sus ciudadanos puedan empoderarse de su capacidad de participación política. Para la política educativa estatal este es el fundamento de los programas dedicados a la educación ciudadana, se concibe como una simple materia del saber sobre la cual hay que aprender conceptos  y procedimiento en el ejercicio del derecho a la participación ciudadana. Sin embargo es evidente que no hay resultados efectivos que demuestren que se está avanzando en dicha empresa, por el contrario se evidencia apatía en los ciudadanos para involucrarse en temas de política, por mucho se escucha de ellos quejas sobre los procesos jurídicos para defender sus derechos y hasta de las grandes colas que deben hacer en el momento de depositar un voto. Por ello los ciudadanos han limitado la formación ciudadana únicamente al derecho de elegir y ser elegido.


Sin embargo tras el oscuro panorama de lo que se entiende desde las políticas estatales en educación ciudadana, surgen nuevas propuestas basadas en el análisis crítico de las realidades sociales que han caído en la cuenta de que la ciudadanía va mucho más allá que el aprendizaje de ciertos conceptos sobre la democracia. Por ello hoy se habla de construcción ciudadana, es decir que desde los nuevos enfoques pedagógicos se piensa al ciudadano como un ser en constante formación y construcción. Por ello en este estudio se habla del ciudadano como un formando para la vida en la comunidad, lugar de encuentro y donde se desarrollan las primeras interacciones sociales que serán el reflejo de las nuevas formas de participación y construcción política en una comunidad mucho más amplia llamada país. La mirada a las prácticas pedagógicas y a la responsabilidad del currículo constituye la fuente de la transformación de la formación ciudadana en metodología discursiva al aula como espacio de encuentro y crecimiento como hombre comunitario y social.




MARCO TEÓRICO

Desde las perspectivas de Freire (1968; 1997) se puede observar que la experiencia latino americana tiene su propia contextualidad pedagógica y sus propias necesidades pedagógicas en cuanto hablamos de una formación ciudadana situada en el presente contexto y lugar histórico donde se haya injerto nuestro país. Los estudios en el campo de la formación ciudadana en el continente latino americano están apuntando su mirada a las prácticas pedagógicas en la escuela. Para Cerda (2004) “señalar que una formación para la ciudadanía debe atender, como punto de partida, el problema del cambio en la sociedad contemporánea, parece ser algo evidente” (pág. 66). Es así como vemos que poco a poco la formación ciudadano se desplaza de lo político a lo pedagógico. Folgueiras (2008) evidencia una necesidad de fondo que es muy importante en el desarrollo de procesos académicos en la formación ciudadana. Cuando se habla de formación ciudadana inevitablemente se debe pensar al hombre en su contexto cultural, por ello la formación ciudadana necesita una propuesta curricular inclusiva y que se adapte a los medios socioculturales que crean las culturas.

Puede decirse entonces que las prácticas pedagógicas no pueden ser planeadas de forma universal para ser aplicadas a todos de forma indiscriminada. Esto quiere decir entonces que los contenidos deben brotar de las experiencias e interacciones sociales de las mismas comunidades. Por ello toda formación ciudadana es en sí misma una reconstrucción del hombre en su comunidad y dicha formación se ve reflejada en tanto que el hombre aporta de forma dialogada a las construcciones de los idearios de ciudadano de su grupo social. Por ello desde la perspectiva de Peralta Duque (2009), la formación ciudadana no es una educación en ciencias políticas sino una transformación del hombre y la sociedad. Los resultados de dicha transformación de un hombre participativo a un hombre constructor de comunidad por medio de la participación se verá reflejado en disminución de la apatía en torno a lo público y lo político, ya que ese hombre se entiende como parte fundamental de la construcción de la nación y se vuelve consiente de que sus decisiones repercuten en otros. El Instrumento usado para la recolección de la información se constituyó de varios formatos de fichas bibliográficas y temáticas, estas fueron diseñadas bajo los parámetros de cinco tipos de información clasificados en libros, artículos, investigaciones, y ponencias.

METODOLOGÍA

La metodología usada fue el Análisis Documental. Se hizo una búsqueda exhaustiva de bibliografía existente en la red sobre la formación ciudadana, los hallazgos se dieron en muchos países. La bibliografía fue organizada de acuerdo a sus lugares de procedencias comprendiendo que cada autor habla desde su contexto más próximo. Con ello se pudo caracterizar tres tipos de documentación según su origen. Se parte de la experiencia europea, en especial en España, por ser país de habla hispana se acerca mejor al contexto americano. En segundo lugar se caracterizó la documentación latinoamericana, comprendida desde México hasta chile, encontrando importantes hallazgos muy importantes que reflejan la situación continental. En tercer lugar se hizo una mirada introspectiva a la situación específica de Colombia analizando la bibliografía más importante en el contexto nacional.


RESULTADOS

1. La formación ciudadana como base fundamental de la democracia.

Desde la perspectiva de Herrera (2008) nos encontramos con los siguientes atenuantes en torno a las políticas de educación ciudadana. Se considera entonces que la democracia como proyecto político educativo se nos remite específicamente a los contenidos de la ética, y la filosofía del derecho, estos por su parte se sustentan sobre los fundamentos de la correcta administración de la libertad individual; la búsqueda de la equidad social en la cual debe haber un sólido compromiso del sujeto moral. Dimensiones que se desarrollan en el espacio de lo público mediante la comprensión y promoción de los ordenamientos legales que le ayudan a preservar su libertad y autonomía. Desde esta  perspectiva nosotros como ciudadanos de un Estado Social de Derecho, la formación ciudadana no sólo se limita al entrenamiento para saber interponer mecanismos de participación ciudadana sino también a construir la ciudadanía desde un enfoque constructivo de la propia comunidad mejorando sus interacciones. La problemática pedagógicas y políticas que la formación ciudadana es casi inagotable puesto que los principios que rigen el ejercicio de la ciudadanía dentro de una comunidad específica tienen como eje central las relaciones que se establecen entre individuos, y entre individuos y grupos, grupos e instituciones. Es decir que la formación ciudadana no sólo debería ser un medio de entrenamiento para participar de la vida política, sino también para construir comunidades que se vean reflejadas en una constitución política que sea parte de la vida de los ciudadanos. La formación ciudadana conlleva a la formación democrática de los ciudadanos desde el mismo seno de sus relaciones sociales e interacciones entre sí, por tanto debería de implementarse una relación dialógica que haga posible que todos los miembros de nuestra sociedad disfruten de las libertades civiles y sus derechos sean protegidos y estrecha para que el ejercicio de la libertad de los individuos no llegue a pasar por encima de la libertad de los otros.


2. Formación ciudadana en una perspectiva de la interculturalidad latino americana.

La diversidad cultural de América Latina plantea tres problemas fundamentales. En primer lugar tratar de homogenizar todas las culturas bajo un mismo marco de identidad conlleva la anulación de las posibilidades particulares de cada cultura para desarrollar desde un contexto educativo su identidad de forma libre, autónoma y diferencial (Velandia Velandia, Rodríguez Fandiño, & Acosta Martín, 2011). Ello representa un reto muy importante para la formación ciudadana, y nos surge con ello la pregunta del cómo formar ciudadanos en su mismo contexto cultural. Este cuestionamiento nos pone de frente con la cuestión del respeto a la diversidad, puesto que la implementación de programas formativos en ciudadanía requiere que haya una contextualización.  En segundo lugar, la autonomía particular de cada cultura hace casi imposible establecer un marco de criterios educativos y políticos que dentro de un estado de Derecho el contenido particular de cada una de las mismas sea impuesto como criterio pedagógico universal. En tercer lugar los proyectos del reconocimiento de los espacios propios de cada cultura o etnia, podría comprometerse homogenización cultural; y de otra manera la universalización de las particularidades de cada cultura podría resultar en la anulación de toda cultura, creando un ambiente a-cultural. Se requiere de políticas educativas que sean capaces de respetar la diversidad cultural desde una perspectiva de conservación del patrimonio de cada uno, pero al mismo tiempo que sea capaz de integrarlos a todos desde la garantía de los derechos de todos. Por ello desde la perspectiva filosófica de la ética se reflexiona sobre la forma más adecuada de poder integrar diversidad cultural con formación ciudadana, sin que ambos se vean anulados o absorbidos por el otro, es decir que las propias prácticas pedagógicas están orientándose hacia un distanciamiento paulatino del discurso y se están orientando hacia la dialogicidad como mediación didáctica para construir al ciudadano reflexivo, activo y participativa (Cerda, 2004).


Se comprende entonces a América Latina como unos pueblos que gozan de una diversidad cultural de grandes proporciones, y que cada uno de los pueblos tiene un proyecto vital propio. Por tanto las políticas educativas que se implementen deben responder a dicho marco contextual. Por tanto no se podría hablar de educación ciudadano desde una perspectiva meramente política, ello constituye un reduccionismo pedagógico (Folgueiras Bertomeu, 2008). Esta se convierte entonces en una paradoja político-educativa, puesto que desde la perspectiva del Estado es necesario la formación ciudadana para aumentar los índices de participación política y disminuir los de abstencionismo en momentos electorales, y por el otro lado los pensadores del magisterio quienes comprenden que la formación ciudadana no se reduce sólo al marco de lo político sino que trasciende al plano de construcción de idearios de comunidad cuyas sanas relaciones sociales se vean reflejadas en sus interacciones políticas. Con ello se puede deducir que la formación ciudadana no es un entrenamiento del hombre político sino una construcción de la persona en todas sus dimensiones en donde la política sólo es un reflejo de ese sano crecimiento del ser político (Velandia Velandia, Rodríguez Fandiño, & Acosta Martín, 2011).









CONCLUSIONES

La formación ciudadana es un componente esencial de la construcción de sociedades multiétnicas, multiculturales, diversas. Por ello el cambio del de paradigma político al paradigma pedagógico de la construcción comunitaria es evidente. Ello es una manifestación de la toma de conciencia de las instituciones de educación y de quienes reflexionan sobre el tema que nuestra sociedad latinoamericana y en especial la colombiana se encuentra compuesta por la diversidad cultural y étnica. Por ello no se puede hablar entonces de una política de educación pública para la ciudadanía sino de múltiples propuestas educativas para promover la construcción ciudadana desde la consolidación de las interacciones comunitarias. Esto quiere decir que antes de educar al ciudadano para su participación en la esfera de lo público y lo político, es necesario que sea formado en la participación mediante la construcción de su comunidad, de igual forma en la formación de la participación en la esfera de lo privado. Por ello no se habla entonces de educación ciudadana propiamente, sino más bien de construcción de ciudadanía, puesto que la educación se debe convertir no en un llenar al hombre de saberes sino en formarlo como hombre integral.

Las prácticas pedagógicas actuales se están alejando de la metodología del discurso. Los jóvenes estudiantes se encuentran con una estructura curricular que es totalmente ajena a su realidad problemática, para ellos el discurso sobre la democracia no tiene ninguna relación con la problemáticas de corrupción que día a día observan en las noticias cuando cada día oyen el nombre de algún renombrado actor político involucrado en el controversial episodio de la parapolítica. Por ello las prácticas pedagógicas deben girar hacia el diálogo basado en la realidad contextual de los estudiantes. Se deduce con ello que la teoría en educación sobre la formación ciudadana no se limita en la información conceptual a los jóvenes sobre la democracia, sino que es aprendido a través de la experiencia del aula de clases, lugar en el que debe haber una relación dialógica que supere el autoritarismo y el vacío discurso. Por ello la formación ciudadana no es un estudio conceptual sino una estructuración coherente de experiencias contextuales originadas en la vida cotidiana de los estudiantes tendientes a promover su desarrollo como individuos libres en una sociedad que necesita ser transformada.

 

Referencias



Cerda, A. M. (2004). El complejo camino de la formación ciudadana - una mirada a las prácticas docentes. Santiago de Chile: LOM Ediciones. Obtenido de http://goo.gl/GrkbXt

Folgueiras Bertomeu, P. (2008). La participación en sociedades multiculturales: Elaboración y evaluación de un programa de participación activa. RELIEVE -Revista ELectrónica de Investigación y EValuación Educativa-, 14(2). Obtenido de http://www.uv.es/RELIEVE/v14n2/RELIEVEv14n2_4.htm#_edn1

Freire, P. (1968). Pedagogía del oprimido. Serivicios Koinonia. Obtenido de http://www.servicioskoinonia.org/biblioteca/general/FreirePedagogiadelOprimido.pdf

Freire, P. (1997). Política y educación (Segunda ed.). Sao Paulo, Brazil: siglo veintiuno editores.

Herrera, M. C. (2008). Políticas públicas en educación ciudadana en Colombia y América Latina: La arena de lucha del campo intelectual en la historia reciente. Recuperado el Mayo de 2015, de Universidad Pedagógica Nacional: http://www.pedagogica.edu.co/admin/docs/1286228736leccioninauguralenfasiseducacionculturaydesarrollo.pdf

Peralta Duque, B. d. (Enero-diciembre de 2009). La formación ciudadana en el sistema educativo de Colombia: ¿una mirada reactiva o transformadora? Revista Eleuthera, 3, 165-178. Obtenido de http://eleuthera.ucaldas.edu.co/downloads/Eleuthera3_6.pdf

Velandia Velandia, D. L., Rodríguez Fandiño, E., & Acosta Martín, S. (Julio-diciembre de 2011). Formación ciudadana: mirada a las prácticas pedagógicas. Revista Actualidades Pedagógicas(58), 191-204. Obtenido de http://goo.gl/8tZOVx